Hoy nos hemos levantado con una noticia devastadora, y es el fallecimiento de Matthew Perry a los 54 años. El mítico Chandler, que tantas veces nos hizo reír en 'Friends', nos dejaba para siempre. A lo largo de los últimos años hemos ido descubriendo sus problemas para superar el alcoholismo, su batalla contra la depresión y la ansiedad... y mucho de ello, durante el rodaje de la propia serie. Perry se apoyó en sus compañeros, que le ayudaron tanto en los mejores como en los peores momentos. El actor de desnudó en su autobiografía y saber la lucha que tuvo, hace más duro despedirse de él.
Porque era un amigo más. Le conocemos desde siempre, de toda la vida. ¿Cuántas veces hemos visto 'Friends'? Porque daba igual el episodio que te pusieras, siempre te iba a sacar una sonrisa. Perry era de los que más improvisaba, y se notaba en la electrizante interpretación de Chandler. Cuando uno se va haciendo más mayor, se da cuenta de que es el personaje que más se parece a nosotros. Por eso esta despedida es tan difícil. Una persona que nos hizo reír tanto, mientras fuera de cámaras batallaba con la tristeza.
Ninguno estamos preparados para ver las despedidas de sus compañeros de reparto. Sus amigos. Pero al menos les vimos durante el especial que preparó HBO MAX y que consiguió reunirles a todos una última vez. Porque va a ser la última. 'Friends' siempre ha sido nuestro refugio para toda una generación, porque sabías que no estabas solo mientras les tuvieras a ello. Mientras tuvieras a Ross, Rachel, Mónica, Joey, Phoebe... y Chandler. Como pequeño homenaje, queremos rescatar 6 momentos, por llamarlo así, que definen al personaje a la perfección.
Su relación con Mónica
Chandler y Mónica es una de las relaciones mejor contadas en el mundo de la televisión. Ya por cómo empieza, descubriendo a Mónica en el interior de su cama momentos después de que Ross abandone la habitación... hasta esa pedida de mano rodeados de velas que le prepara Mónica. Pasaron por altos y por bajos, pero mantuvieron su esencia hasta el último minuto. Y, cuando uno crece, se da cuenta de que esa era la relación y el pegamento que unía 'Friends', no la de Ross y Rachel.
Su relación con Joey
La amistad que une a Joey con Chandler también es otro de esos puntos que define al personaje. Sobre todo por lo opuestos que son, pero al final del día, son los dos personajes más parecidos. Se querían a su manera. Fueron los precursores de lo que hoy llamamos bromance y nos dieron momentos hilarantes. Como cuando jugaban a películas del oeste con cajas de cartón construyendo un fuerte, o cuando ganaron el piso de las chicas en un juego loquísimo inventado por Ross. La despedida entre ellos fue muy dolorosa, porque nos recordaba a cómo nosotros nos habíamos tenido que separar de nuestros mejores amigos en algún momento.
El traslado a Tulsa
No hay nada más Chandler que dormirse en una reunión y, cuando te despiertas, te han trasladado a trabajar a otra ciudad. Eso es lo que le ocurrió a Chandler y acabó en Tulsa (viendo porno de tiburones, según Mónica). Y era tan gracioso porque, cuando uno crece y empieza a trabajar, comprende que es la típica absurdez que también te podría pasar a ti. Matthew Perry era tan cercano en su actuación que te hacía creerte cualquier situación, por absurda que fuera.
Su billete a Yemen
Vale, no. Quizá está sea la situación más Chandler de todas. Cuando rompió la relación con Janice, ni siquiera se atrevía a ser sincero, y se inventó que tenía que ir por trabajo a Yemen (quizá lo de Tulsa podríamos llamarlo karma). Tan convencido estaba de que no quería seguir con Janice, pero era tan complicado decirlo claramente, que llegó a comprar el billete a Yemen, y hasta tuvo que entrar en el avión, mientras Janice le despedía en la distancia. Uno de sus mejores momentos.
Su mejor chiste
Habría tantos para elegir que es difícil. Pero Matthew Perry lo puso más fácil en una entrevista reciente, dejando claro cuál es su chiste favorito de toda la serie. En él, le decía a Joey: "Tienes que retirar el bastoncillo cuando notes que hay resistencia".
Su despedida
Resulta irónico y doloroso a partes iguales que la última frase de la serie la pronuncie Matthew Perry, dejando claro que todo va a estar bien una vez que se despiden. Y, por supuesto, con un chiste. La escena ha cobrado una importancia mayor ahora que tenemos que lamentar su triste muerte. Porque con él, se ha ido uno más de la familia, un verdadero amigo, una parte de nosotros.
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