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Santiago Abascal se cuela así en 'First Dates' y lo que pasa al final de la cita es tremendo

Santiago Abascal se cuela así en 'First Dates' y lo que pasa al final de la cita es tremendo

Pilar llegaba a 'First Dates' deseando encontrar a un hombre como Santiago Abascal y criticaba a Pedro, su cita.

Cuatro ha emitido este jueves una nueva entrega de 'First Dates' que nos ha dejado nuevas y sorprendentes citas. Entre ellas la de Pilar y Pedro, una pareja que no ha tenido mucho feeling. Y es que Pilar llegaba al dating show de Cuatro buscando a un Santiago Abascal y lo que se ha encontrado no le ha gustado.

El primero en irrumpir en el restaurante era Pedro, que llegaba al programa con cierto miedo pues nunca se había montado en metro. Al encontrarse con Carlos Sobera le revelaba que le conocen como el "curandero" porque mezcla hierbas para solucionar los problemas de la gente. Llegaba a 'First dates' porque en el amor le ha ido muy mal y buscaba encontrar a una mujer todoterreno. No obstante, avisaba de que ya no tiene edad para estar toda la noche con "el pito para arriba".

Por su parte, Pilar se presentaba a 'First Dates' con la intención de encontrar a un hombre estilo Santiago Abascal. "A mi los hombres me gustan como Santiago Abascal. En físico, en pensamiento y en el porte que tiene", era la definición que hacía del líder de Vox esta granadina de 62 años. Pero al ver a Pedro mostraba que no le convencía nada su cita. Aunque ha querido sentarse a conocerle más de cerca.

Pedro, de 67 años confesaba que creía que su cita era mayor que él, y por eso no dudaba en sorprenderse al saber que todavía trabajaba de limpiadora en un instituto. Pero es que Pilar tiene 62 años y por tanto es 5 años menor que él. "No es fea, pero si tuviese 20 años menos otro gallo cantaría", decía en el confesionario.

Durante la cita, Pedro le contaba a Pilar que es un gran amante del aguacate pero lo había dejado de comer porque engorda. A cambio come "tres o cuatro kilos de pepino a la semana" para quitarse el azúcar. "A mi me da un ardor y me repite mucho", le confesaba ella mientras él contaba cómo no para de comer pepino. "¿Y eso es lo que comes?", le preguntaba sin entender nada.

Tras ello, Pilar se atrevía a hacer el rasca del amor y le preguntaba a su cita de 'First Dates' si era activo o pasivo en el sexo. Después de que Pedro confesara que activo, ella no creía que fuera muy activo. Mientras Pilar le contaba a Pedro que a ella se le había olvidado lo que es el sexo porque hacía mucho que no lo practicaba. Algo que dejaba sorprendido al hombre.

"A mi me gustan los hombres como Santiago Abascal y este no se parece absolutamente en nada", soltaba Pilar sin cortarse a las cámaras de 'First Dates'. Por su parte, Pedro explicaba que él no había querido tener hijos porque luego están "fumando drogas, emborrachándose y no quieren trabajar".

Antes de acabar la cita, 'First Dates' les proponía bailar. Ella lo deba todo al escuchar a Rosalía. Era sin duda el mejor momento del encuentro, pero no por Pedro. Porque tal y como contaba ante las cámaras del programa su cita "baila como un mono andando". "Cuando me lo he pasado mejor ha sido cuando hemos bailado, pero no por el baile de él sino por la música", soltaba Pilar a modo de zasca.

Pilar y Pedro en su cita en 'First Dates' (Cuatro)

En la decisión final, Pedro hacía reír a Pilar al sentenciar que no quería tener una segunda cita con ella porque "la veo más vieja que yo". "¿Pero de aspecto o de edad?", le preguntaba ella a lo que Pedro le respondía que a él le gustan más jóvenes. "Entonces no me digas que me ves más vieja que tú, porque eso nada monada", le replicaba Pilar. "No me considero que parezca más vieja que tú, primero porque soy más joven, segundo porque soy más moderna y cuando uno tiene un espíritu más alegre se ve más joven", terminaba de decirle ella.

Pero Pilar lejos de quedarse ahí, no dudaba en hundir a su cita. "Es más soso, tenía que estar sacándole yo las cosas preguntándole. Y con respecto al baile, no le voy a enseñar porque no tiene arte para bailar", reconocía ante su cara. "Bueno pero me puedes enseñar", le decía Pedro. "No, no hay necesidad", sentenciaba ella.

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