El Maestro Joao se ve salpicado de sopetón en una acusación que le deja mal parado

Israel Arroyo ha puesto en solfa las artes del Maestro Joao como vidente en el plató de ‘Pesadilla en el paraíso 2’.

El plató de ‘Pesadilla en el paraíso 2‘ ha vivido un encontronazo entre Israel Arroyo y el Maestro Joao a colación de una intervención de Marta Peñate. La citada concursante ha aprovechado un momento en el que Carlos Sobera le ha dado la palabra para contarle todo lo que ha ido diciendo Israel Arroyo sobre él. Unos comentarios encaminados a poner en duda la labor de Joao.

«Maestro, que sepas que se ha puesto en duda tu don. Israel tiene una información y ha puesto en duda tanto tu videncia como la salida de Pablo», fueron las palabras de Peñate. Antes de que Joao pudiese valorarlas, el principal aludido ha podido explicarse y contextualizar dichas declaraciones. «A ver, a mí me llegó una información de un amigo en común de Joao y de Pablo (Sebastián). Me han comentado que él a la tercera semana se quería marchar del reality y por eso quizá el Maestro Joao sabía esa información de que él abandonaría el programa», ha apuntado el también vidente y exconcursante de la primera edición.

Unas declaraciones que han causado impacto, especialmente en el presentador. Precisamente sobre ello, Sobera se preguntaba: «Pero, ¿qué me estás queriendo decir? ¿Que el amigo Pablo Sebastián se rompió los morros a propósito?». Por su parte, Israel Arroyo se apresuraba en matizar sus palabras: «Víctor Janeiro se partió la cara y siguió, pero realmente él me ha estado explicando que el que se quería marchar era él. Ya lo he hablado con él, pero sí es verdad que me ha llegado esa información».

El turno de palabra le ha llegado al Maestro Joao que, ante esa acusación sin venir a cuento, ironizaba en su respuesta: «Pero, ¿quién te la ha dado? ¿Mortadelo y Filemón?». A pesar de esta intervención, Israel ha defendido a su fuente. Sin embargo, no ha conseguido convencer a la mayor parte del plató, incluido Carlos Sobera, que ha cortado esa polémica: «Todas estas cosas que estamos diciendo están bien para pasar el rato, pero no tienen ningún fundamento realmente».