El colaborador se ha abierto y ha confesado el bullying que sufrió por su condición sexual.
La confesión íntima de Pablo Alborán de hace una semana en la que desvelaba que era homosexual sigue dando mucho de que hablar. Este lunes, Miguel Frigenti no ha dudado en aplaudir su acto en 'Sálvame' pues según él son mensajes muy necesarios a día de hoy aunque parezca que no.
"A mí me escriben muchos niños a diario que están dentro del armario y que sufren y lo pasan muy mal", empezaba diciendo el colaborador dejando claro que no todo es Madrid. "Tu te paseas con tu novio de la mano por Gran Vía y está bien pero lo haces en un pueblo y te arriesgas a que te asomen el morro", expresaba.
Tras ello, Frigenti se abría en canal como nunca y contaba lo mal que lo pasó él en su infancia. "Yo he ido por Talavera de la Reina con mi novio de la mano y a mi me han agredido", confesaba. "No todo es como en Madrid o Barcelona, la homofobia está muy presente", añadía mostrándose indignado con que todavía haya gente que diga que no hay un día del "Orgullo Hetero".
Por ello, Frigenti aplaude gestos como los de Pablo Alborán: "Esto les viene muy bien, siempre es positivo y no hace daño a nadie". Algo en lo que todos están de acuerdo pues hay países en los que todavía se castiga con la pena de muerte en muchos países.
"Gran Hermano me salvó la vida"
Y es que no es la primera vez que Miguel Frigenti habla de que él sufrió bullying por ser gay; aunque sí ha sido la primera vez que se ha abierto en canal y ha relatado lo mucho que sufrió en su infancia.
"Me destrozaron la infancia. Para mi fueron lo peor", aseguraba sobre sus compañeros de colegio que le dejaron solo el día que celebraba que cumplía 10 años. Y es que además de hacerle bullying, le agredían e insultaban.
Asimismo, tras el debate que se instauraba sobre la religión y la homosexualidad, Frigenti desvelaba que él había ido a un colegio de curas. "Las madres de los niños me miraban mal en colegio católico. Donde mejor me he sentido ha sido en la enseñanza pública", afirmaba en ese sentido.
También ha recordado cómo 'Gran Hermano' le salvó la vida. "Gran Hermano me salvó la vida. Me iba a casa de mi abuela a ver el 24 Horas", relataba sobre lo mucho que ayudó el reality en su vida y por eso es un gran apasionado de los realitys desde que era pequeño.
Por último, Frigenti se rompía al contar cómo un día no pudo más y estalló por teléfono con su madre. "Llamé un día a mi madre llorando y le dije que 'me quiero morir'". Fue entonces cuando se puso en manos de un psicólogo a los 23 años de edad. "Lo que me pasó me ha hecho ser quien soy", concluía el colaborador.
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