El juez de 'MasterChef' Pepe Rodríguez visitó el programa de Pablo Motos 'El Hormiguero', donde habló sobre el momento más incómodo en su trabajo.
Pepe Rodríguez, el juez más carismático de 'MasterChef' visitó este martes 3 de marzo 'El Hormiguero', el programa presentado por Pablo Motos en Antena 3.
La última vez que el chef visitó el programa "tuviste que prepararnos la cena a Estopa y a mí a 60 metros de altura y con fuegos artificiales en los pies", recordó el presentador. "Lo hice encantadísimo pero sin mirar hacia abajo. No entiendo a esa gente que se sienta a comer feliz con los pies colgando", le contestó el invitado.
Pablo Motos se mostró muy interesado en saber cómo lleva eso de dirigir una noche un restaurante con todo lleno. "Tienes que tener un equipo", le respondió Pepe. "Cuando sales aquí confías en los que tienes alrededor. Pues yo también. Lo único que hago es cantar comandas".
"¿Y qué hacéis para servir la comida caliente?", quiso saber el presentador. "Hay un orden. Cada uno tiene su parcela y, más o menos tenemos unos tiempos establecidos. También somos conscientes de cuando una mesa nos puede dar problemas. 'Hay que estar pendiente de la 16'. Los ves que miran el plato, lo remiran, se tocan. Es entonces cuando achuchamos a los camareros para que les echen una mano". "A mí me sacan un plato tibio y no vuelvo", respondió Pablo Motos.
El momento más embarazoso con un anillo de pedida
Pepe Rodríguez también compartió una de las situaciones más embarazosas que vivió en su restaurante, 'El Bohío'. "Soy el tío más vergonzoso del mundo entero y no entendía porque yo, que no he hecho la pedida de mi mujer, tenía que darle el anillo a él. Cuando lo saque con el postre, la chica no sabía si besarme a mí o a él. Lo que sufrimos los cocineros, y mira que la gente lo hace con mucho cariño", aseguró el chef.
Además, presentador e invitado también hablaron sobre la temperatura de la cerveza y de los platos fríos que llegan a las mesas, del concepto de un buen restaurante y del ruido que en ocasiones hay en ellos. "Eso no es culpa del restaurante, es de los comensales. Estas yendo a sitios masificados. Temes que ir a otros más acomodados. Donde la mesa más distanciada, la gente no suele dar voces", aseguró el cocinero.
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