ANÁLISIS DE AUDIENCIAS| Semana del 23 al 29 de octubre de 2017
No hay ningún nombre predestinado al éxito pero la casualidad hace que el nombre de Pablo se haya revalorizado en España. El cantante que más discos vende, el presentador que más audiencia aglutina y el político revelación de los últimos años responden al mismo nombre.
El título de este artículo viene más por hacer una gracia con la obra de Oscar Wilde que por ninguna fundamentación científica. El primer Pablo de la semana, de apellido artístico Alborán, se sentaba el miércoles con Bertín Osborne huyendo del estreno de ‘Operación Triunfo’. ‘Mi casa es la tuya’ mejoraba con el cambio de día anotando un notable 15,7% de share. Se agradece en estos tiempos de bombardeo informativo tener oasis de tranquilidad televisados al llegar a casa, conversaciones amables en las que uno desconecta y se olvida un poco de la guerra de banderas. Bertín no es el mejor entrevistador del mundo pero cuando se limita a ser campechano sin entrar en terrenos pantanosos puede resultar hasta agradable. El que ha cambiado de su primera entrevista hasta ahora es Pablo Alborán, una de las mejores voces de España ha perdido la ingenuidad para convertirse en un constante esfuerzo de parecer mortal. Los años han convertido su cercanía inicial en una falsa humildad, se sentó en el programa de Bertín con la clara intención de hacer patente que él era un chico normal, y seguramente muchos lo creyeron. Pero en su intento por normalizarse dejó entrever que esa cabeza privilegiada guarda todavía fantasmas, ranuras mucho más interesantes que el tamaño de sus músculos que con Osborne seguro no íbamos a descubrir. Nos quedamos en la superficie, como en esas portadas de ‘Hola’ en las que la vida en el escaparte puede ser maravillosa.
De un Pablo malagueño a un Pablo madrileño. No es el político más votado de este país pero con él llegó el fin del bipartidismo. De profesor universitario a tercera fuerza más votada en España, y todo ello gracias a las alas adquiridas tras su exposición mediática en los platós de televisión. Últimamente se deja ver poco por la pequeña pantalla, cediéndole foco a Irene Montero, con el mismo mensaje pero con un discurso mucho menos desafiante que puede aglutinar a más votantes. Estoy aquí para hablar de televisión y no de política pero es inevitable mencionar el terremoto llamado Catalunya que cada semana sacude las parrillas de las cadenas. Las grandes beneficiadas están siendo sin duda LaSexta y TV3, sus datos de audiencia les están dando las mayores alegrías de los últimos años. Han dejado el entretenimiento a un lado para nutrirse casi por completo de manifestaciones, declaraciones y días históricos que parecen no llegar nunca a su fin. Datos que se suman a las preocupantes recaudaciones de cines y teatros catalanes en el último mes, hemos dejado de divertirnos para vivir pendientes las 24 horas del día de los acontecimientos políticos. De la misma forma que no se puede esperar nada bueno de un país desinformado tampoco es sano que sus ciudadanos prescindan de la cultura. Ojalá los nuevos días restauren el equilibrio perfecto.
Hay un Pablo que es de los pocos supervivientes al apocalipsis informativo. Si bien sus datos no son los de inicio de temporada, ‘El Hormiguero’ sigue siendo algunos días de la semana el programa más visto de la jornada. El pasado martes marcaba un estupendo 16,2% de share con la visita de Adriana Ugarte, con tres millones de espectadores de media, cifras casi inalcanzables actualmente en televisión. ‘La Voz’ es otro de los pocos formatos que resisten al efecto Ferreras, aunque el viernes descendió hasta un 17% de share. Cifra discreta comparándola a los datos de ediciones anteriores, pero muy meritoria si tenemos en cuenta que se emitió el mismo día que se declaró la DUI y se aplicó el artículo 155. Lo mejor de esta temporada del talent show es la incorporación de Pablo López, un malagueño que vive por y para la música. Un artista que más allá de promociones discográficas nos regala cada noche un pedazo de su talento. El hombre orquestra, capaz de dar un paso atrás para acompañar al piano con el único fin de ofrecer actuaciones para el recuerdo. Los viernes la música es su voz, sus dedos y la tinta de sus letras.
Sigue toda la información de El Televisero desde Facebook,
X
o
Instagram