La semana pasada la isla ardía por el rumor de que Gloria Camila tenía apalabrado y ganado el concurso mucho antes de saltar del helicóptero. Según pasaban las semanas y se veía el apoyo que tenía tanto dentro como fuera del reality, los concursantes no andaban muy desencaminados a la hora de pensar que el cheque final tenía escrito el nombre de la hija de Rocío Jurado antes de que la final se celebrase.
La poca capacidad de reflexión que Gloria ha ido mostrando con el paso de las semanas viene dado por el apoyo que supone contar a su lado con una persona igual de tóxica que ella: Kiko. Su novio, lejos de ser un aliciente en el concurso, se ha transformado en un ingrediente más en la receta del fracaso de Mohedano, pues ha ayudado y fomentado que esta se aleje del resto de aventureros. La entrada de algunos participantes acompañados no supone ninguna ventaja, es más, refleja que el estar de compañía conocida en Honduras es más una molestia que una ayuda. Condicionó las primeras semanas de Alba, condenó el concurso de Las Mellis y finiquitó las posibilidades de que GloriaCa gane el formato.
Pero la audiencia, muy sabiamente, ha castigado la actitud de la hija de Ortega Cano con la expulsión de su pareja en una nominación decisiva. Si es tan lista como presume de ser, Gloria debe sacar dos mensajes claros de la última noche: el primero de ellos, que su actitud no gusta y esto se traduce en la expulsión de Kiko como reprimenda directa, pues en este tipo de concursos se castiga a los "malos" despojándolos de su apoyo fundamental dentro del ecosistema del reality. El segundo y más importante, que el público está de lado de José Luis, su mayor enemigo, y así lo demuestra semana tras semana salvándolo.
Flaco favor hace Laura a si misma adoptando esta postura, ya que el público ve a José Luis como la gran víctima de la edición y un blanco al que respaldar de cara a las votaciones finales. Por si fuera poco, este sufría en directo un cólico nefrítico que le obligaba a salir de La Palapa para ser atendido por el médico de la isla. Una vez se resolviera su situación , pudo volver para nominar aún visiblemente afectado. Tras hablar con su mujer, fue trasladado al hospital más cercado para que se le realizaran las pruebas pertinentes que determinaran si la continuación en el concurso sería favorable para su salud, aunque según los presentadores del concurso esto está prácticamente garantizado.
Por otro lado, una vez más, se confirma la teoría basada en que cuanto más mueble -o palmera en este reality- se es, más lejos se llega. Y si no que se lo pregunten a Juan Miguel, que solo hizo acto de presencia a lo largo de las cuatro horas de gala cuando rapó a Iván como contraprestación a los bocadillos ganados en la noche del martes.
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