Sábado ¿Sensacional?

TVE estrenó ayer ‘Sábado Sensacional’, uno de los espacios más esperados de la televisión este verano. El espacio aterrizó con un 12,5% de share, cerca del 14% que se marcaron como objeivo en la cadena pública. La Gala dio de qué hablar, tanto para bien como para mal. ¿Estamos ante un nuevo espacio de música y humor o ante el regreso de la televisión de los años 80/90? Lo analizamos:


Cuando me enteré de que
TVE había encargado a José Luis Moreno una Gala al más puro estilo Noche de
fiesta me dividí en dos. Por un lado estaba el yo favorable a esa gala, a la
existencia en televisión de un programa basado en la música y el  humor. Pero por otro lado estaba el yo que lo
rechazaba, el que pensaba que esos programas en la televisión actual estaría
fuera de lugar
. Por tanto, llegué a una conclusión que se resume en: Gala si,
pero modernizada a nuestros tiempos.
Y llegó el momento. Tras
varias semanas de retraso, según lo anunciado previamente (en la foto no nos hemos vuelto locos con la fecha), la Gala, bautizada
bajo el nombre de ‘Sábado Sensacional’
, llegaba a la noche de TVE. España se
enfrentaba, por tanto, a un acontecimiento televisivo que todo el mundo iba a analizar
con lupa. He aquí mi opinión:
Lo mejor
– Artistas invitados: Sin
lugar a dudas la Gala contó con un nutrido grupo de artistas. Al ser un
espacio estrictamente musical el cartel de cantantes tendría que llamar la atención, sobre todo si querían sorprender: Isabel Pantoja, Pastora Soler,
Chenoa, Carlos Baute, Diana Navarro, Camela, Soraya, David Civera, Rosa, Ruth Lorenzo, Henry
Méndez, Kate Ryan, etc. pusieron música a la Gala. 
– El concepto de la Gala: La
idea inicial de la Gala es un punto positivo. El programar un espacio de entretenimiento, de música y humor,
para la noche de los sábados en la televisión actual se agradece. En la
actualidad, en una televisión plagada de realitys, talents, series, debates,
programas del corazón, etc. la idea de un programa de tales
características no era mala. Además, este tipo de formatos siempre pueden suponer un revulsivo a la industria musical, hoy con apenas presencia en televisión. 
Llamar la atención: Si querían
sorprender tenían que ofrecer algo que llamase la atención de la gente, y qué
mejor que la actuación de Isabel Pantoja con su hijo. Bien por el morbo de
verlos juntos en un escenario
(muchos años después) o por ofrecer espectáculo,
la actuación lo que no dejó es indiferente a nadie, justo lo que el programa necesitaba.
Pasable
Presentadores: El hecho de
que una gala de estas características esté presentada por varios presentadores resulta positivo. Así ocurre en las Galas de Fín de año y ocurría en su momento
con Noche de Fiesta. Buenos los papeles de Mar Saura, Pablo Puyol, Ana Obregón
y Josep Lobató, pero les faltaba algo. Aunque intentaban hacer chistes de todo
lo que hablaban e intentaban mostrar su cara más amable, les notaba algo fríos. Ana Obregón regresaba a TVE tras muchos
años fuera de ella y sin hacer espectáculo. La noté, no oxidada, pero en
cualquier momento pensé que se metería en la ducha al más puro estilo ¿Qué
apostamos? Para salvar la noche. O quizás, eso, podría haber terminado de
hundir la Gala.
– Sketches humorísticos: Al más
puro estilo José Luis Moreno. Las matrimoniadas dejaron de existir (y menos
mal) para dar paso a unos sketches pasables y de risa fácil. Lo peor, las risas
enlatadas. En la edición se darían cuenta de que el público no se escuchaba, o en
el peor de los casos, que no se reía.

Lo peor

– Playback: Hay cosas que no
cambian y el playback en las Galas de estas características tampoco. Playbacks
descarados que hacían sentirse al espectador como “torpes” ( por no decir otra
palabra) al tragarse esa “música de cd”. Se ha echado mucho de menos, la música y la voz en directo, señal de un programa vivo.
La edición: La Gala estaba
grabada, si, pero no hacía falta que el espectador se diera cuenta de ello.
Cortes bruscos, aplausos y palabras cortadas. Tampoco hubo ninguna sintonía ni
nada por el estilo al pasar del sumario a la propia Gala. Tardé en darme cuenta de que el programa ya había empezado.
Grafismo y rótulos: Porque Ana Obregón tiene más arrugas y la música es actual, si no no me hubiese dado
cuenta de que estamos en el 2014. Esos rótulos amarillos enmarcados en una nube
que cubría toda la zona inferior del televisor se los quedó el realizador
guardados en los años 80 y ahora decidió sacarlos de nuevo a la luz. Se ha echado en falta un grafismo moderno, acorde con los nuevos tiempos.
¿Anticuado?: Las similitudes con ‘Noche de fiesta’ son muchas. Si no fuera por los presentadores y por la inexistencia de los concursos y llamadas telefónicas juraría que estaba viendo el mismo programa que entonces. Se echa de menos un formato musical más innovador, sorprendente, algo acorde con la televisión actual.
Conclusión

Cuando terminó el programa y apagué la televisión me quedé
con una sensación extraña. No me había disgustado la Gala, pero le faltaba algo
para que terminara de engancharme. 
El concepto de Gala musical y de humor y el
cartel de artistas fue lo mejor, mientras que a los presentadores les
faltaba algo de “chicha” y el playback y los rótulos retro sobraban.
La idea del regreso a la
televisión de las galas musicales humorísticas en el más claro concepto de
entretenimiento y espectáculo me parece fundamental en la televisión de hoy en
día, y ‘Sábado Sensacional’ cumple con ello, pero adaptándolo a los tiempos actuales. Quizás el recuerdo de ‘Noche de
Fiesta’ esté aún demasiado reciente y el público asocie este tipo de programas a
los años 80/90 pensando que en la televisión de hoy no tienen cabida. Quizás el
público esté ya acostumbrado a otro tipo de contenidos y vea estas Galas como
algo que sólo deban estar presentes en navidad.
Por tanto, ya nos
recordara a ‘Noche de fiesta’, a una gala navideña o nos retrotrajera a los años
90, ‘Sábado Sensacional’ puede cumplir con su objetivo de entretener. Eso sí, le hacen falta modificaciones que, si las llevasen a cabo, el público quizás deje de compararlo con otros programas aunque eso parece imposible.
En cuanto a las audiencias, la Gala contó ayer con el respaldo de un 12,5% de share, a 1,5 puntos del objetivo marcado por la cadena (14%). Ahora hay esperar la decisión de TVE y comprobar si esta Gala ha sido un espacio veraniego y un hecho
aislado de intentar recuperar el espíritu de ‘Noche de fiesta’ o si
verdaderamente tiene su hueco en los sábados de la cadena pública.
Quizás el público de ahora
está acostumbrado a polígrafos en directo, a los dramas de los famosos o a
sillas que se dan la vuelta y no
entiendan el significado de estas Galas. Sorprendían los comentarios en las redes sociales de personas que criticaban este espacio mientras que, por otra parte, son seguidores de éstos programas del corazón a los que hago referencia. Sea de una forma u otra, es ese público el que
tiene la última palabra, es ese público el que posa sus manos sobre ese aparato llamado
mando y del que tantos sueldos e ilusiones dependen tanta gente.

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