El espantoso ridículo de la dirección de ‘Supervivientes’ con lo ocurrido en el juego de líder

La organización de ‘Supervivientes‘ ha vuelto a quedar retratada (para muy mal) como viene siendo habitual después del chapucero y vergonzante juego de líder que se ha planteado en la decimocuarta gala del reality.

En esta ocasión, la prueba consistía en subirse y aguantar el equilibro sobre una maraña de cuerdas que iba cortando Laura Madrueño poco a poco en un orden previamente establecido.

Los supervivientes debían evitar caer a la balsa de barro que se encontraba situada justo debajo. Si así sucedía, quedaban automáticamente descalificados. Sin embargo, un pésimo planteamiento ha provocado que casi todas las cuerdas quedaran cortadas y la mayoría de concursantes -salvo Pedro- siguieran en el cabo que aún no había sido cercenado.

Y esta imprevista situación ha sido fruto de una lamentable explicación del juego, pues esta misma prueba se ha celebrado como es debido en otras ediciones de ‘Supervivientes’ y cada concursante se ha de colocar sobre un cabo, no todos en el mismo como así ha ocurrido.

Así las cosas, una vez más, la cuestionable dirección de ‘Supervivientes’ de este año ha tenido que ir tomando decisiones sobre la marcha y de una manera improvisada para resolver el juego y no demorarlo más de lo escaletado. Aun así, su excesiva duración ha ocasionado que las posteriores nominaciones se hayan producido de manera atropellada.

Y algunas de esas determinaciones del programa han sido verdaderamente injustas al descalificar a Rubén Torres y Miri por, supuestamente, haberse apoyado en el suelo cuando la cámara no ha captado que eso sucediera. Más bien ha parecido ser una forma de quitarse de en medio a los dos para acelerar el desenlace.

Finalmente, este esperpéntico juego ha quedado en un duelo entre Gorka y Blanca, que, después de varios minutos sin caer al lodo, han sido proclamados líderes para no seguir dilatando más la prueba. En definitiva, un juego que ha sido espectacular en otras ediciones pero que se ha visto deslucido y empañado esta vez por una nefasta organización.