Este 8 de mayo ha llegado a Movistar Plus+ su nueva miniserie, 'La canción'. Tres episodios que nos cuentan la trastienda de esa mítica victoria nuestra en Eurovisión en el 68, con una Massiel entregada a su papel y siendo una auténtica estrella. Una recreación hecha con mimo y mucho cariño, creada por Pepe Coira y Fran Araújo, responsables de las series 'Hierro' y 'Rapa'. Calentando motores para la participación de Melody en el festival de este año, aquí tenemos el claro ejemplo sobre una diva valiente poderosa. Pero no es una serie sobre Massiel. ni mucho menos.
'La canción' comienza dejando claro su tono y sus intenciones. Primero, ese estilo visual similar a un documental de la España en blanco y negro de Franco y su fiel Fraga vigilando. Queda claro que la miniserie de Movistar Plus+ no busca posicionarse en ningún momento. Pero no va a desaprovechar ninguna oportunidad para dejar un poco en ridículo al dictador Francisco Franco. Por ejemplo, en ese comienzo en el que uno de sus sirvientes saca tres codornices de una bolsa para que parezca que ha sido el propio Franco el que las ha matado disparando. Su conversación con Fraga será además el detonante de la historia. Llegan turistas, cada vez más, pero España sigue sin tener buena imagen internacional. ¿Qué hacer?
"El otro día lo hablaba con Carmen. Ella es aficionada a ese festival de canciones", explica Franco. Ahí se planta la semilla de lo que se puede hacer para conseguir que nos quieran fuera de nuestras fronteras. La principal preocupación de Franco, algo que no deja de ser irónico. ¿Cómo iban a vernos como una sociedad moderna… si vivíamos bajo el yugo de un dictador desde hacía más de tres décadas? 'La canción' usa esta necesidad de nuestro país de sentirse modernos y abiertos al mundo como detonante para nuestra primera victoria en el festival de Eurovisión, y monta toda la historia con un ritmo divertido y que avanza continuamente.
La mezcla de imágenes de documental con recreaciones para la serie es un acierto que hace que 'La canción' funcione en sus tres episodios. Porque al final estamos ante una miniserie que, de haber sido más alargada, se habría quedado a medio camino de todo. Y si hay algo que la haga especial ya no solo es su guion o su apartado visual, sino su reparto, encabezado por un Patrick Criado que nos recuerda directamente al Jack Lemmon de 'El Apartamento'. Salvando las distancias, por supuesto. Porque aquí Criado roza a veces la exageración. Sí, su personaje lo pide a gritos, pero hay momentos en los que está a punto de caer en una parodia que ni la serie ni la historia necesitan.

Su personaje es ficticio, y está acompañado por uno real: el Artur Kaps de Alex Brendemühl, artífice de conseguir que Massiel nos representara en Eurovisión y sí, parte de esa victoria es suya. Pero 'La canción' no es una serie sobre la Tanqueta de Leganitos (así se conocía a Massiel), ni siquiera sobre Serrat o sobre Franco. Es una serie sobre todo lo que ocurrió tras bambalinas, sobre cómo se gestan las cosas en política, pero también en muchos ámbitos de nuestra sociedad: con alguien que busca reivindicarse y demostrar su valía. Ese es el personaje de Esteban Guerra, que trabajará a contrarreloj para conseguir que Massiel nos represente cantando su ya mítico 'La, la, la', canción compuesta y desechada por el Dúo Dinámico.
Carolina Yuste da vida a la cantante con gracia y sin caer en la imitación fácil y parodiable. Recrea de forma sublime su ya mítica actuación en el festival, y también muestra la energía que siempre ha caracterizado a Massiel, una artista que se negó a ser la herramienta del régimen y que dio aquel mítico plantón tras su victoria en el certamen. Por otro lado tenemos a un Marcel Borràs contenido pero práctico a la hora de dar vida a Joan Manuel Serrat, la primera opción para representarnos, pero que tuvo que abandonar porque no le dejaron cantar en catalán. Que, por cierto, había sido el idioma de toda su discografía hasta ese momento.
‘La canción’ tiene una manera de recrear la época muy detallista y, a veces, muy documentalista. Pero no pasa por alto momentos importantes de nuestra historia como aquella revolución estudiantil del 68, o incluso la represión al colectivo LGTBIQ+ (no vamos a desvelar ciertos aspectos de la trama que irán por ahí, pero son una agradable sorpresa). La comedia está ahí, pero también el drama, los tintes de thriller (no de acción, sino de despachos, de carreras, de conseguir cosas a contrarreloj) y, sobre todo, de momentos emocionantes. El final es uno de ellos. Es que hasta la recreación del Royal Albert Hall te deja sin aliento. Una serie que solo Movistar Plus+ podía ser capaz de sacar adelante.
De qué va 'La canción'
1968. Esteban Guerra, un joven ejecutivo de RTVE, descubre que desde muy arriba ha llegado una orden clara: España tiene que ganar el festival de Eurovisión. Sin experiencia musical, pero ansioso por ascender, Esteban toma las riendas del proyecto y convence de unirse a la aventura al peculiar Artur Kaps, responsable detrás de los grandes espectáculos televisivos de la época. Juntos emprenden la "Operación Eurovisión", un plan para encontrar la canción y el intérprete ideales que proyecten en Europa la imagen de un país moderno y abierto, tal como desea el gobierno.
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