Quizá una de las series más míticas de la ya lejana década de los 80 sea 'El Equipo A'. Un grupo de mercenarios de élite que solucionan desaguisados, cada uno a su estilo y a su manera. Porque entre sus filas teníamos a diferentes personajes. Estaba el cerebro de las operaciones, el que lo conseguía todo, el ligón o la fuerza bruta. Cuatro personajes diferentes pero perfectamente equilibrados, que le daban el empuje necesario a una serie que se convirtió en un auténtico fenómeno internacional. Y también ayudó al lanzamiento al estrellato de uno de sus protagonistas. Mas bien, lo confirmó como gran estrella: Mr. T.
El legendario actor ya era famoso gracias a su participación en 'Rocky III', dando vida a Clubber Lang, antagonista de la película, y que se las hacía pasar canutas a Sylvester Stallone. Fue ahí cuando Mr. T confirmó ese gran carisma que le confirmaría como una de las celebrities más famosas de los años 80.
De nombre Laurence Tureaud, se hizo un nombre siendo guardaespaldas de famosos, entre los que estaba el mismísimo Michael Jackson. Aunque sus inicios fueron más humildes, como portero de discoteca. Fue en ese trabajo e el que se cimentó su imagen de marca, repleto de joyas colgadas al cuello. Imagen que abandonó tras ayudar a los afectados por el huracán Katrina.
"Siendo cristiano, cuando veo a otras personas perdiendo sus vidas, sus tierras, sus propiedades... Siento que sería un pecado ante Dios el continuar llevando mi oro. Siento que sería insensible e irrespetuoso hacia esas personas que lo han perdido todo, así que paré de llevar mi oro". Así lo explicó Mr. T al medio de noticias SkyNews.
Un pilar de la comunidad afroamericana
Aunque su carrera como actor no terminó de despegar (varios de sus papeles más relevantes son cameos haciendo de él mismo), sí que centró todos sus esfuerzos en ser un importante activista. Denunciado el racismo imperante en la sociedad americana, fue imagen en los años 80 contra la criminalidad en las calles, y buscando apartar a los jóvenes del camino de las drogas.
“Me pongo malo solo de pensar que hay chavales consumiendo drogas. Esas cosas te afectan, merman tus capacidades y te hacen daño a ti, a tu familia y a tus amigos". ¡Cualquiera no le hacía caso!
Cristiano practicante gracias a su madre, como dice en sus redes, y a su padre, que fue un pastor evangélico muy querido en su comunidad, a menudo apela a Dios en sus labores humanitarias. Muy comprometido con su labor social, también protagonizó una serie de dibujos animados a comienzos de los 80, en los que destacaba algo muy importante: el grupo multicultural de protagonistas que acompañaban a la versión animada de Mr. T. Se alargó durante 3 temporadas (30 episodios), con un estilo muy similar a la popular serie de 'Scooby-doo'. De hecho, se encargaban también de resolver misterios.
Los 80 dieron para mucho. De hecho, incluso llegó a dar vida a Santa Claus en un especial televisivo junto a David Copperfield. ¡Y en La Casa Blanca, frente a la mismísima Nancy Reagan! Todo ello sin descuidar su faceta deportiva, entrando en el mundo del Wrestling en 1985, y haciéndose un hueco entre un sinfín de estrellas, como Hulk Hogan. Y es que además le dio tiempo a sacar un par de discos, también de mucho contenido social. Solo hay que echar un vistazo a los títulos de las canciones: 'Don't talk to strangers' (no hables con extraños), 'No dope, no drugs', o 'Treat your mother right'.
Mr. T ('El equipo A') en la actualidad
Laurence Tureaud dejó de lado por completo la interpretación, salvo algunos nuevos cameos ocasionales, o trabajo de voz, como por ejemplo, para la película 'Lluvia de albóndigas'. Pero a parte de eso, ha seguido como una de las celebrities más queridas de Estados Unidos. Participó en la temporada 24 de 'Dancing with the stars', siendo el tercer eliminado. Y también acudió al famoso programa de Conan O'Brien, donde el presentador le acompañó por su barrio de la infancia, pudiendo ver hasta el mismísimo solar donde había estado la casa en la que se crió con sus padres y sus 11 hermanos.
Pero además, en los últimos años se ha convertido en un apasionado del curling. Sí, la petanca de invierno, para que nos entendamos. Su apoyo al equipo de Estados Unidos es continuo siempre que hay una competición oficial. Y también lo practica. “Me gusta el curling, es menos desgaste para mi cuerpo. Luché, boxeé y estudié artes marciales. No tengo nada que probar. Por lo tanto escogí curling", explicó en su cuenta de Twitter. De hecho, hasta dio una entrevista en la revista TIME para explicar su nueva pasión. "Los que lo critican no entienden que es más difícil de lo que parece. Requiere práctica para hacerlo parecer sencillo".
Además, no deja de extender la palabra de Dios por sus redes, buscando siempre hacer del mundo un lugar mejor. En una de sus últimas publicaciones podemos verle con el pastor Phil, en un comedor social por la cena de Acción de Gracias.
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