Crítica ‘La noche más larga’: El thriller trepidante y adrenalítico de Netflix que funciona como un reloj

La noche más larga
Netflix

La nueva ficción española de Netflix no te dejará respirar en ninguno de sus 6 episodios

Prisión psiquiátrica Monte Baruca. Es 24 de diciembre y empieza a oscurecer. Un grupo de hombres armados rodea el complejo y corta las comunicaciones con el exterior. Su objetivo: llevarse a Simón Lago, un peligroso asesino en serie. Si los guardias lo entregan, el asalto acabará en cuestión de minutos. Pero Hugo, el director de la prisión, se niega a obedecer y se prepara para resistir el ataque. Su única ayuda serán unos pocos funcionarios bajo su mando y… los propios internos psiquiátricos. Comienza una larga noche de asedio y violencia para Hugo y su gente. Esta es la premisa sobre la que se asienta ‘La Noche Más Larga‘, la serie que acaba de llegar a Netflix.

Netflix sigue apostando por ficción marca España, sobre todo después de lo bien que ha funcionado ‘La Casa de Papel‘. De hecho, esta serie recoge un poco el testigo de la creación de Álex Pina, sobre todo en términos de estructura. ‘La Noche Más Larga’ es una serie que solo cuenta con 6 episodios y, sorprendentemente, bastante cortos, de una de media de 40-45 minutos cada uno. Y sí, eso sorprende en una serie española, en las que estamos acostumbrados a ver capítulos mucho más largos.

La serie ha sido creada por Xosé Morais y Víctor Sierra, los responsables de ‘Néboa‘, una serie muy reivindicable de nuestra televisión. Se nota el buen hacer de ambos para construir una historia consistente y entretenida, que por momentos recuerda al clásico ‘Asalto a la comisaría del Distrito 13’, o a un sinfín de dramas carcelarios de acción. Incluso podría tener elementos de ‘Plan de Escape’. Sí, la cinta de acción de Schwarzenegger y Stallone.

Un thriller sin descanso

Uno de los puntos a favor de ‘La Noche Más Larga’, y algo que la ficción española lleva muy bien aprendido en los últimos años, es la intensidad en los thrillers. Las escenas de acción cumplen a la perfección en la serie, y están rodadas con pulso y valentía. Pero lo que da el salto de calidad son los personajes. Con una estructura asentada entre tiempo real y flashbacks, vamos conociendo más a cada uno de los personajes que aparecen en pantalla, tanto protagonistas como secundarios.

Esto es algo que ya explotó, y muy bien, la serie de ‘La Casa de Papel’, y en ‘La Noche Más Larga’ funciona a la perfección. Aunque es verdad que hay personajes que quedan más descolgados que otros, sobre todo alguno de los internos de la prisión psiquiátrica. Pero al menos no afecta al conjunto general de la serie.

Continuamente tenemos la sensación como espectadores de que el conflicto va a explotar de una forma brutal y despedida. El duelo entre el jefe de la prisión y el grupo de asaltantes que quieren a Simón Lago vertebra toda la historia. Y ninguno de los dos quiere ceder. Y eso es precisamente uno de los puntos interesantes de ‘La Noche Más Larga’. No hay buenos buenísimos. De hecho, todo se divide en: lo malo, o lo menos malo, planteando un conflicto muy interesante tanto a los personajes como al espectador.

Duelo interpretativo

Alberto Ammann es el protagonista de la serie, interpretando a Hugo, el director de la prisión. Ammanm está en su salsa, como siempre. Se crece con este tipo de personajes. Los disfruta. Pero a ratos parece estar replicando a Juan Oliver, su personaje de ‘Celda 211’. Y eso es algo que le pesa a su interpretación. Sí, podríamos encontrar paralelismos entre la mítica película de Daniel Monzón en la serie de ‘La Noche Más Larga’, y Ammann no se molesta en disimularlo.

Frente a él tenemos a Luis Callejo, que tiene a un personaje mucho más interesante y medido. El actor segoviano ya nos tiene acostumbrados a grandes interpretaciones. No en vano, tenemos que recordar que tiene tres nominaciones a los Premios Goya a sus espaldas. Y su Simón Lago es de lo mejor de la serie.

La noche más larga… se queda corta

El problema principal que encontramos es que hay muchas cosas que podrían haberse explotado y se quedan en el tintero. Viendo ‘La Noche Más Larga’ nos acompaña todo el rato la sensación de que algo va a explotar, pero que cuando lo haga, va a ser demasiado tarde para que nos lo cuenten. Y es precisamente lo que pasa. Un coitus interruptus en toda regla. Cuando terminamos el último capítulo, hay tramas sin cerrar y un final abierto, seguramente a una segunda temporada, que ni siquiera ha sido confirmada aún

Ese es un problema, ya que nos deja con ganas de más, sí, pero quizá con la sensación de haber sido un poco estafados. Una noche tan larga nunca puede quedarse corta. Y menos aún siendo Nochebuena, otro de los aspectos que prometía mucho, pero que no se explora, y podría haber dado para una energía totalmente diferente.

Si sumamos a todo esto que hay personajes desdibujados, y algunas decisiones muy torpes del guion, nos queda un sabor agridulce tras terminar la serie. Es decir, ¿en qué momento se le ocurre al jefe de la prisión el llevar a sus hijas allí a pasar la Nochebuena? Entendemos que es uno de los puntos de partida de la serie, y que hace que todo se desarrolle… pero podría haberse hecho de otra forma más inteligente.

Pero, pese a todas las pegas que podamos sacar, ‘La Noche Más Larga’ es una buena serie, claustrofóbica, con un ritmo vertiginoso. Se agradece que Netflix siga apostando por este tipo de ficción hecha en nuestro país, y solo podemos pedir una cosa: por favor, necesitamos la segunda temporada YA.

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