Crítica ‘Fanático’: la serie revelación del verano sobre el mundo del trap con su estrella Lorenzo Ferro

Netflix estrena este viernes 29 de julio ‘Fanático’, una de las mejores series del año, sumergiéndonos en el caótico mundo del trap

Este verano de 2022, cada semana estamos teniendo un buen puñado de estrenos, diferentes y, por qué no decirlo, arriesgados. Nos llegó la adaptación de ‘Paper Girls‘, uno de los cómics de culto de los últimos años; nos llegará ‘La casa del dragón‘, spin-off precuela de ‘Juego de Tronos’… y acaba de estrenarse una serie que puede pasar desapercibida, pero que debería ocupar un puesto como una de las mejores series del año o, al menos, de las más diferentes. ‘Fanático‘, la serie de Netflix.

El mayor ídolo musical de España se quita la vida frente a sus fans en el primer concierto de una gira mundial. Lázaro, un joven repartidor de comida y fan incondicional, ve una oportunidad de escapar de su monótona y precaria vida y se convierte de la noche a la mañana en aquello que lleva admirando mucho tiempo: su propio fanático. Adopta su imagen, su música, su vida y sus fans. Bajo la presión de una industria musical que ve la oportunidad de no perder todo lo alcanzado con la estrella, Lázaro convierte todos los aspectos de su vida en un espectáculo. Incluso si eso supone renunciar a una vida de verdad.

La historia de siempre… pero diferente

Adentrarse en el mundo del trap español puede ser arriesgado, porque puedes caer en dos trampas: una, que abarques el tema desde una perspectiva demasiado ‘viejuna’ y que no conectes con el público objetivo al que va dirigida la serie; o dos, que te quedes anclado en contentar solo a los jóvenes y adolescentes, ahuyentando a una audiencia más generalista.

Esas son las trampas a las que se enfrentaba la serie de ‘Fanático’, y consigue sortear las dos con nota. La historia de Lázaro y cómo se convierte en el cantante Quimera es una historia que hemos visto muchas veces ya, pero con otros argumentos, con otros contextos. Pero eso no quiere decir que no funcione. El ascenso a la fama de un chico pobre y sin mucho que ofrecer es lo que nos da ‘Fanático’, pero con una vuelta de tuerca: Lázaro no es un pobre chico que no sepa nada de la vida. Le echa morro desde el comienzo, y lo resumirían muy bien en el programa de entrevistas al que se enfrenta el protagonista. «Oportunista«, le llaman. «Poco original. Le has robado la casa, la cama, la novia», le echan en cara, entre chistes y risas los entrevistadores (muy bien interpretados por Vengamonjas).

Pero él se defiende, y acaba llevándoles a su terreno, tanto a los entrevistadores como al público. O incluso en las negociaciones con la discográfica siempre tiene algo que decir. Así que Lázaro se ve arrastrado a un mundo que no es el suyo, sí, pero sabe moverse en él, y saber encontrar las teclas necesarias para aprovecharlo.

Lorenzo Ferro, la gran estrella

Y todo se vertebra gracias a un nombre: Lorenzo Ferro. El actor argentino, que ya deslumbrara en la brillante ‘El Ángel‘, se come la cámara y a todos los actores y actrices con los que comparte escena. Su aparente fragilidad se ve contrastada por su chulería y ese halo de ‘saber en todo momento lo que tiene que hacer’. Que Ferro interprete tanto a Lázaro como al cantante Quimera es un acierto, ya que hace la ilusión mucho más creíble. La serie tiene sus problemas y algunos momentos rozan lo risible, pero Lorenzo Ferro siempre se las apaña para sacar lo mejor de él… y de los que le rodean. Al igual que su personaje.

Su magnetismo es gran parte del éxito de la serie. Pero no está solo, ya que los secundarios también cumplen con creces. Fernando Valdivieso le da fuerza a su Héctor, un manager sin escrúpulos que busca el beneficio a toda costa. Eva Llorach brilla como una de las directivas de la discográfica. Y encontramos un plantel de cameos interesantes, todos del mundo del trap, la electrónica y el rap español: Bad Gyal, Recycled J…

Capítulos cortos: el gran secreto

La serie de ‘Fanático’, inicialmente, se vendió como un proyecto con episodios de cerca de 10 minutos cada uno, para un total de diez. Pero finalmente cambiaron un poco las cosas, dejándolo en 5 episodios de 20 minutos cada uno. Y es precisamente ese el acierto de que ‘Fanático’ funcione tan bien. Porque esa duración le da ritmo a la historia, y hace que el espectador se meta mucho más en el mundo que quiere reflejar.

Al final, vivimos en mundo repleto de estímulos, y conseguir la atención del espectador es algo muy complicado, sobre todo si nuestro primer público objetivo es el adolescente. Así que Netflix se propuso darnos una historia rápida, trazando un paralelismo con la propia serie. Hay momentos pausados, claro que sí, pero al final el ascenso de Lázaro es tan brutal como es el día a día en las redes, en las que convertimos a complementos desconocidos en ídolos, con una rapidez abismal.

Y quizá ese mensaje sea el que más difuso queda en la serie, porque podría haberse explotado mucho más. ‘Fanático’ es una serie que trata del ascenso, pero no nos deja ver la caída. No nos deja ver ese final de tantos ídolos con pies de barro que rompen todos los esquemas por la mañana y caen en el olvido por la noche. Quizá en una segunda temporada…