Telecinco se lo juega todo a una sola carta con 'Supervivientes 2022' para recobrar el liderazgo y revertir una crisis generalizada en los próximos meses.
Se activa la cuenta atrás para 'Supervivientes 2022' y Telecinco ya empieza a intensificar la promoción de su reality por antonomasia y a descifrar la identidad de los concursantes que se atreverán a poner rumbo a Honduras para vivir el lado más salvaje en los Cayos Cochinos, enfrentándose a todo tipo de inclemencias y adversidades ante las que sobrevivir. Un formato muy atractivo, que viene a ser una de las mayores producciones televisivas en nuestro país, y que durante la última década ha demostrado ser una oferta todopoderosa e imbatible ante cualquier competencia.
Sin rival en cada una de sus noches, ha arrasado como un auténtico torbellino con datos de share de otra época. Digamos que se erigía como un valor seguro y un comodín. Sin embargo, en esta edición, cuando prácticamente encaramos la víspera del gran estreno (previsible posterior a Semana Santa) las dudas se ciernen. La principal cadena de Mediaset se sitúa en su peor momento en muchos años. Para que se hagan una idea, ha cerrado marzo con su más bajo promedio desde que se tienen registros: habría que retrotraerse a 1992 cuando empezaron las mediciones.
Una realidad demoledora que viene a darnos de bruces y a confirmar esa manida expresión de que 'torres más altas han caído'. Y efectivamente. Hace unos meses -no muchos- nadie hubiera podido imaginar que Telecinco iba a entrar en barrena de tal forma y en un declive sin precedentes como el que atraviesa ahora desde esa posición de gran superioridad que ostentaba y preservaba hasta el pasado verano. Una crisis estructural muy grave que ha venido precipitada y que ha propiciado una concatenación de fracasos en la presente temporada.
'Secret Story' en sus dos versiones, 'Idol Kids', la acaudalada compra de 'Pasión de Gavilanes 2', 'Mi casa es la tuya', el 'Deluxe'… Y por si no fuera suficiente, los innegables síntomas de debilidad de un pilar tan fundamental en la parrilla como 'Sálvame'. Un programa que no es un programa cualquiera y que, si cae, hace naufragar a la cadena en su globalidad. Es el alto precio de perpetuar en estos años un modelo de televisión sustentado en la retroalimentación de contenidos entre espacios de producción propia.
Una radiografía muy poco halagüeña pero que, sin embargo, es real y coloca ahora en el punto de mira a 'Supervivientes 2022'. Como apuntábamos antes, es un producto indómito y garante de grandes audiencias año tras año, pero esta vez aterriza en un momento muy crítico para el canal y con unas tendencias de consumo en el telespectador volatilizadas y muy impredecibles. De manera que todo puede suceder con el reality de supervivencia, nada está escrito y no se debe dar por supuesto que esta temporada vaya a funcionar con el mismo rendimiento.
Todo lo contrario, debería existir un temor fundamentado por fracasar con la última bala que a Mediaset le queda en la recámara para salir de su debacle y, sobre todo, para romper la racha de liderazgos de Antena 3. Ante tanta incertidumbre y con todas las miradas puestas en 'Supervivientes', en El Televisero desgranamos un decálogo que, a nuestro juicio, sería crucial para luchar por el éxito del reality y, por ende, por la recuperación de Telecinco.
Decálogo para un 'Supervivientes' de éxito en Telecinco
1. Como principal línea roja, el casting. Debe ser un plantel de concursantes ambicioso y, en esta ocasión, no valdría con un solo fichaje estrella entre perfiles medios y bajos. Se necesitan varios nombres fuertes que sean un reclamo para la audiencia que se ha perdido en otras cadenas y que, a tenor de los datos, no parecen volver a Tele5 por ahora. Entre ellos, tiene que haber representación del universo 'Sálvame' en busca de una bicefalia, es decir, además de impulsar al reality, ayudar a relanzar también al programa vespertino. Dos pájaros de un tiro que pueden ser tres si la fórmula surte positivamente. El resto de programas se nutren también de 'Sálvame' y, si reflota, también podría haber un efecto contagio con 'Socialité', 'Ya son las 8' por arrastre directo o 'Viva La Vida'.
2. Además de fichajes polémicos de la burbuja Mediaset, también tienen que tener cabida participantes de renombre, celebrities pedigrí alejadas del mundo de la telerrealidad y que sean todo un golpe en la mesa. Eso le conferiría un enorme caché y promoción a la edición de cara al estreno. Y en consecuencia, atraería sin lugar a dudas a un público heterogéneo y transversal. Todo sin pasar por alto la inclusión de rostros que garanticen suculentas tramas en la isla aunque sean un perfil mucho más bajo.
3. La espectacularidad del lugar en el que se desarrolla 'Supervivientes' es otro de los ingredientes imprescindibles del éxito. No obstante, la localización debería cambiar y, dado que ya sabemos que se va a volver a producir en Honduras, tratar de hacer posibles otros enclaves, otras islas u otros cayos. Podría ser interesante recuperar Laguna Cacao aprovechando el eslogan 'descubre el lado más salvaje' que inunda la campaña de promoción. También tendrían que olvidarse de playa destierro y devolvernos el mítico palafito.
4. Potenciar la parte de supervivencia que ha perdido en los últimos tiempos. Una esencia mucho más parecida a la que se vivió entre 2010 y 2015. Y eso radica en una mayor rectitud en la realización y planteamiento de las pruebas, en una convivencia más compleja y en no otorgar tantas recompensas. Es más, esas prebendas tendrían que estar limitadas exclusivamente a adquirir elementos o utensilios de pesca y fuego.
5. Y hablando de juegos, tanto los de recompensa como los de líder urgen ser más llamativos, más extremos, reinventados; que no todos se disputen a pie de playa y que haya un mayor aprovechamiento de la zona selvática. Por descontado, abandonar la condescendencia con el grupo o grupos perdedores y mantener la inflexibilidad ante las normas previamente establecidas. Es decir, que si se ha avisado de que el equipo que queda en segunda posición no opta a la recompensa, no se alteren las reglas sobre la marcha luego para también beneficiarles. Lo contrario resta credibilidad y emoción.
6. La regla de oro: no a cualquier acto subrepticio o poco transparente que empuje a sospechar de favoritismo o tongo como ya fue el caso de Olga Moreno el pasado año. Cualquier irregularidad en las pruebas merece ser revisada con lupa por la organización. La honestidad y el juego limpio son premiados por el espectador y dibujarían una muy buena imagen de 'Supervivientes 2022'.
7. Fundamental también que se escuche a las redes sociales sin por supuesto perder la perspectiva de lo que realmente son. No todo es Twitter o Instagram, claro, pero es la vía más directa para mantener un feedback instantáneo que permita conocer las impresiones de la audiencia: lo que gusta de las galas y lo que no.
8. Ni que decir tiene que es una decisión suicida no mantener los tradicionales saltos desde el helicóptero de todos los concursantes en la entrega inaugural. La novedad del barco encallado que se incorporó el pasado año no es una buena idea y repetir esa fórmula no hace más que restar esencia al formato y la necesaria tensión narrativa del estreno.
9. Deben saber que el público no quiere que se le dé tanto peso al plató. Un gran error en el que se viene cayendo de un tiempo a esta parte. El reality se desarrolla en Honduras y no en Fuencarral. Los protagonistas son los concursantes y no el presentador o los colaboradores.
10. Para cerrar, poner el acento en los grafismos y especialmente el plató. Tanto una cosa como la otra requieren que estén más trabajados que en cualquier otra edición. La ambición también tiene que residir en el envoltorio: con rótulos más atractivos, fondos muy visuales, logo renovado, animaciones, un decorado del estudio mimetizado con la isla e incluso empleo de la realidad aumentada. Todo ello es sine qua non para que 'Supervivientes 2022' nos entre por los ojos más que nunca.
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