Saray Montoya ('Supervivientes') intervino en 'Viva la vida' tras la tremenda agresión por parte de su suegro y su cuñado
Un día después de haber sido víctima de un brutal apuñalamiento por parte de su suegro y su cuñado, Saray Montoya ha intervenido este domingo 1 de agosto en 'Viva la vida'. Totalmente descompuesta, la que fuera concursante de 'Supervivientes 2018' ha explicado cómo se encuentra tras la agresión, que, según ella, ha sido un "intento de asesinato".
"Me encuentro mal, débil. Ha sido una paliza, una agresión con tijeras, con cuchillos, ha sido algo horrible", ha asegurado al comienzo de la entrevista con Toñi Moreno.
Sin embargo, y para su desgracia, Saray no ha sido la única víctima de la agresión, sino también su hija Naiara. "Estábamos acostadas en el sofá y mi hija me preguntó: '¿Estamos vivas o muertas?'", ha recordado entre lágrimas la también exparticipante de 'Los Gipsy Kings'.
"Yo pensaba que a mi niña me la mataban", asegura, muy afectada, Saray
"Mi niña está mal, le dieron una puñalada en el pecho, querían clavársela en el corazón. Y otra en la mano, le dieron un bocado…", ha asegurado rota de dolor, quien ha insistido en que "ha sido horrible. Esto ha sido un intento de asesinato". Un desgarrador testimonio ante el que ni siquiera Toñi Moreno ha podido evitar las lágrimas.
Sobre los agresores, entre los que se encontraban su suegro y su cuñado, Saray ha dejado claro que "ellos no son mi familia. La familia no hace eso. Eran la familia de mi marido, el padre, el hermano, y venían con dos más que yo no los conozco: un chico grande y otro señor, que era blanco, con un sombrerillo, con los ojos azules".
Recordando la terrible agresión, la diseñadora ha confesado que "yo pensaba que a mi niña me la mataban". Además, asegura no entender como su suegro y su cuñado han podido hacerle eso a "su nieta y su sobrina, que es un cacho de su sangre, y la han querido matar".
Montoya ha admitido, muy afectada, tener miedo tras lo ocurrido: "Fue una trama muy rara, muy grande. Me cogieron a mí y a mi niña solas, con cuatro mujeres más, mi marido no estaba (…) El hermano de mi marido entró y se lio a palos con mi niña. Entonces se vinieron todos los hombres a por mí. Empezaron a cuchillazos, con tijeras, se ensañó… Cogía hasta impulso".
Tras oír los gritos de la reyerta, los vecinos avisaron a la Policía, que "vio el percal y se fueron a por ellos. Les di nombre y direcciones, pero ya no estaban, están perdidos".
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