Jorge Javier Vázquez hizo algo durante la emisión de los primeros capítulos de la docuserie de Rocío Carrasco que ha sido muy comentado.
Telecinco ha comenzado este domingo a desgranar 25 años de silencio por parte de Rocío Carrasco en las más de 60 horas de grabación que conformarán el especial 'Rocío, contar la verdad para seguir viva'. Un testimonio desgarrador que ha conmovido a todos desde su episodio 0, en el que se explica por qué ha dado el paso ahora después de más de dos décadas callada.
Ese primer capítulo ha mostrado a una Rocío Carrasco absolutamente rota, fechando en el día 5 de agosto de 2019 el día en el que todo cambió: cuando decidió que no podía más y que era el momento de dejar de seguir viviendo. Afortunadamente, no consiguió suicidarse y, después, se dio cuenta de la barbaridad que había cometido. A partir de ahí, decidió dar un paso al frente.
Además, ha profundizado en el acoso que recibía por parte de Antonio David Flores. Por ejemplo, cuando le entregaba a los hijos aprovechaba esos momentos para insultarle y sobre todo para amenazarle. Le decía se los iba a quitar y que iba a hacer todo lo posible para que esos niños la odiarán como madre. Y lo logró.
"Él ha conseguido lo que me dijo cuando nos íbamos a separar. 'Te vas a cagar Rociito'. Me los ha quitado. Ha hecho que me odien y que tengan mala imagen de mi. He tenido a mis hijos muertos en vida y he tenido que hacer como que no los tengo. Y haciéndoles partícipes de cosas que no tienen que serlo y ensuciar su mente. Eso no se hace con nadie y eso lo ha hecho él", revela Rocío en el documental.
Un relato estremecedor que hiela la sangre, como así han transmitido en masa los espectadores del programa y que ha saltado a la política. Pero se veía cortado en dos ocasiones por Jorge Javier Vázquez para una promoción que muchos entienden como poco procedente. Un detalle que ha sido muy comentado y que ha llevado al presentador al 'trending topic' directo.
Todo, cuando se disponía a anunciar que Telecinco entregaría 12.000 euros al término de la emisión del programa. Emplazaba a la audiencia de la docuserie a que llamara a un número de teléfono o enviara un mensaje para optar a este suculento premio, cuya entrega poco encajaba con las características del espacio.
"Hay que tener vergüenza, no viene a cuento"
Este brusco cambio de tono no ha pasado desapercibido y daba lugar a multitud de reacciones como estas:
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