Destapan la sórdida estrategia que Oriana Marzoli orquestó para ganar 'La Casa Fuerte'

Oriana Marzoli ha destacado por provocar a sus enemigas en realities chilenos y dar pie a una agresión que acabe en expulsión, y esa podría ser su intención en 'La Casa Fuerte'.

Oriana Marzoli se ha convertido en una fábrica de tramas y titulares en los últimos días con su participación en 'La Casa Fuerte'. Al principio, sus fans y detractores no apostaban un duro por ella y bromeaban con las horas que iba a pasar en el reality después de sus abandonos en 'Supervivientes' y 'GH VIP'.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Esta vez, Oriana va a por todas, ha cumplido la promesa que hizo en el estreno y no parece con ganas de abandonar un programa que está levantando ella sola. Pero lo está haciendo con su polémico carácter y arremetiendo a diestro y siniestro con compañeros. Se cuentan con los dedos de una mano las personas con las que mantiene un buen rollo en la casa.

Si bien, todo esto podría obedecer a una estrategia que la venezolana llevaría marcada en sus participaciones. Sobre todo se puede observar en los chilenos, donde llegó a ganar uno. Antiguos compañeros, ex amigos de la joven, han destapado cuáles son sus intenciones en este tipo de formatos con tal de alzarse con la victoria.

Lo cierto es que estos testimonios, que se suman al de su archienemiga Ylenia Padilla, no dejan a Oriana en buen lugar. “Oriana le contó a Rafa Mora que su objetivo principal era provocar a Fani para que la pegara y la echaran, cosa que ella ha hecho en todos los realities de Chile, es su modus operandi”, desvelaba la de Benidorm. Su objetivo, quitarse del medio a rivales.

Unas palabras que suscriben conocidos como Terelu Campos, que tuvo trato con ella por su antigua amistad con Alejandra Rubio. “Perdona, yo ahora que he tenido oportunidad de ver cosas de Oriana en América, me he quedado muerta. Yo sabía que Oriana era guerrera y tal pero es que este es su modus operandi y continuo. Y no entiendo que una niña tan mona, con ese cuerpo, en el siglo XXI. No entiendo ese camino”, sentencia.