Nemo Bandeira ideó un plan en el que dio jaque a todos y volvió a demostrar que el amo de Oeste es él.
¡CUIDADO SPOILERS!
Tras dos temporadas de infarto y de gran éxito tanto en la televisión en abierto como en su paso por Netflix, ‘Vivir sin permiso’ llegaba a su final este lunes en Telecinco. Y la ficción se despide por todo lo alto tras lograr mantenerse como una de las series más vistas de la televisión generalista con un 14,9% y casi 2 millones de espectadores.
El capítulo comenzaba con Mario escapando de los hombres de Germán y presentándose frente a Nemo para pedirle que era el momento de acabar con el mexicano. Pero Nemo, no está dispuesto a que se inicie una nueva guerra y se queden muchas víctimas por el camino y por ello empieza a llevar un plan en solitario sin contar nada a nadie.
Tras hacerse pasar por su hija Nina, consigue plantarse frente a Germán y le pide pactar una tregua a cambio de ofrecerle todo el control de Oeste a cambio de dejar en paz a su familia: tanto para Nina y Mario que esperan un hijo juntos como la protección de Lara.
Pero Germán solo acepta la tregua humillando a Nemo haciéndole que se arrodille y le bese los pies como símbolo de rendición; algo que el amo de todo Oeste acepta. Y es entonces, cuando Nemo les cuenta a Lara, Mario y Ferro sus planes: «Cada día siento mi final más cerca, no quiero irme de aquí y dejaros en mitad de una guerra«.
Pero tras enterarse de la rendición de su padre, Lara echa una furia grita que si Germán «quiere guerra, tendrán guerra» animando a Ferro y a Mario a sumarse y terminar de una vez por todas con Germán y el imperio mexicano y para ello consiguen convencer a todo Oeste y a los hombres de Celso.
Pero para acabar con Germán, necesitan la colaboración de su hijo Daniel, que al sentirse completamente desplazado y desterrado está dispuesto a traicionar a su progenitor. Con lo que no cuentan todos, es que Nemo con ayuda de Diana le cuentan a Daniel su plan de acabar con los dos y el hijo de Germán termina avisando a su padre de que van a por ellos.
Jaque a todo Oeste protegiendo a los suyos
Es entonces, cuando Nemo termina de llevar a cabo su plan y llega a un acuerdo con la jueza Cambeiro haciéndole llegar todos los documentos de sus negocios ilegales y en los que implica a todo Oeste y a los propios Arteaga.
¿Pero y qué ganaba Nemo con esta inesperada alianza? Pues la protección de sus dos hijas y de su ahijado Mario. A cambio de que todos terminen en la cárcel, la jueza le tiene que asegurar que tanto Nina como Lara como Mario tendrían inmunidad. Y para Ferro, Nemo tiene también un regalo: dinero y un billete para huir a Cuba.
«¿Es una venganza hacia nosotros? ¡Nos has vendido!«, le recrimina Lara al enterarse de que su padre les ha traicionado y se ha unido con Daniel para evitar la muerte de Germán. Es ahí cuando Nemo aprovecha para decirle a su hija un consejo: «¿Sabes cuál es el error del que más me arrepiento? Dejar escapar al amor de mi vida», le dice a Lara.
Con lo que no cuenta ella es que cuando Mario va en busca de Nina, esta le pide al padre de su hijo que se vaya con Lara porque no está dispuesta a repetir el gran error de su madre: estar con una persona que no le quiere y que ama a otra mujer. Es entonces cuando Mario después de oír a Ferro y librarse de la policía va al pazo.
El fin de los Arteaga
Mientras, Nemo empieza a ver como su plan da sus frutos después de que todos sus socios de Oeste estaban siendo detenidos y como Germán va al pazo a matarlo sin contar con que él también le está esperando para acabar con su vida.
Pero es entonces cuando la enfermedad de Nemo vuelve a hacer acto de presencia con la alucinación de ver el fantasma de Ada y empieza a irse del pazo con camino al mar.
Tras descurbir que ha sido su hijo quien le desveló a Nemo su paradero, Germán no duda y termina disparando a su hijo Daniel. Mientras él, consigue coger de rehén a Lara amenazando con matarla si Nemo no aparece. Pero es ahí, cuando Daniel se levanta y malherido termina disparando a su padre. Finalmente, los dos Arteaga terminan muriendo el uno encima del otro.
«Adiós capitán»: el final de Nemo
Por su parte, Nemo consigue llegar hasta el mar tras seguir el fantasma de Ada y cuanto todo hace indicar que se va a tirar al mar llega Ferro para llevárselo a casa. Pero al ver que su jefe no reacciona y no le contesta, Ferro se ve obligado a cumplir el deseo que le pidió Nemo: que le matara el día que no recordara el nombre de sus tres hijos. Y tras ver que Nemo no reacciona y no le responde, Ferro termina disparándole. «Adiós capitán», le dice tras accionar la pistola.
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