Álex y Fiama salieron como pareja de 'La Isla de las Tentaciones', pero el regreso a la rutina les llevó a la ruptura definitiva.
La última entrega de 'La isla de las tentaciones', bautizada como 'seis meses después', ha sido un cóctel de sentimientos y emociones; ha servido para conocer en qué punto están las parejas, y una de ellas, la de Álex y Fiama. Los dos salieron del reality en pareja aunque con crisis. Pero en su regreso a España, parece que esa carga pudio con ellos y pronto llegó la ruptura. Los planes de boda se fueron al garete.
Seis meses después de su participación en 'La isla de las tentaciones', los celos, la desconfianza e incluso la aparición de terceras personas terminó de dinamitar una relación ya frágil entre Fiama y Álex. Ella le contaba a Mónica Naranjo que tras el reality "volvieron las discusiones y las faltas de respeto".
"Al principio me costaba hasta darle un beso, pero al final le echaba de menos. Lo disfruté muchísimo y pensaba que iba a ser para siempre. Después volvimos a discutir y a faltarnos el respeto. Yo salía de trabajar y no tenía ganas de volver a casa", relataba Fiama.
A la vez, también ha admitido que se había sentido muy dolida por lo rápido que había rehecho Álex su vida con otra chica tras la ruptura. Él también participante de 'Mujeres y hombres y viceversa' conoció a Natalia, una a futbolista con la que ya ha compartido más de una fotografía a través de las redes sociales.
Más tarde, era Álex el que se sentaba con Mónica. Y su versión era muy distinta. Para él, la isla supuso un antes y un después en su vida. "Al final la isla me enseñó: puedes querer mucho a una persona que si al final no os queréis bien, de nada vale", explicaba.
Tenso reencuentro entre Fiama y Álex
Desde que lo dejaron para siempre y tomaron caminos separados, Álex y Fiama no habían vuelto a verse. No quieren saber nada el uno del otro. Álex intentó impedir el cara a cara con Fiama en el programa, pero ella estaba cansada de escuchar "mentiras".
Cuando se producía el reencuentro, los dos protagonizaban entonces un tenso enfrentamiento en el que Mónica Naranjo tuvo que intervenir para pedir respeto ante los insultos y la agresividad verbal. Después de la violenta discusión, Álex se marchaba sin ni siquiera despedirse de Fiama.
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