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La crítica de la semana: Clásicos que nunca fallan

La crítica de la semana: Clásicos que nunca fallan

ANÁLISIS DE AUDIENCIAS | Semana del 3 al 9 de febrero de 2020

Hay elementos y tramas televisivas perfectamente adaptables a cualquier época. Esta semana vuelve a confirmarse que las grandes historias no tienen fecha de caducidad.

Han pasado 15 años desde que Lydia Lozano metió la pata estrepitosamente al afirmar que la hija de Albano seguía viva. Una vez desmentida la noticia y tras varias semanas explotando el tema, el verdadero show se trasladó hacia el drama que significó tal ligereza para la carrera de la colaboradora de ‘Sálvame’. Telecinco supo desviar el foco de atención haciendo espectáculo del trauma de Lydia y este fantasma recurrente ha acompañado a la periodista hasta 2020. El que fue su mayor desprestigio a principios del milenio supone ahora mismo su mejor carta para conquistar a la audiencia.

Esta semana la profesionalidad de la creadora del “chuminero” volvió a ser cuestionada al afirmar ser conocedora de una supuesta conversación entre la hija y la nieta de Rocío Jurado, que no se hablaban y estas cosas que pasan entre folclóricas. Pero parece que nunca se produjo dicha reconciliación, y la verdad es que tampoco nos importa mucho. El interés de este intercambio de mensajes era un tema menor si lo que se podía explotar de nuevo era otra cagada de Lydia Lozano.

Y eso tuvimos, el juicio público y la tragedia volvieron a la vida de la colaboradora. ‘Sálvame’ pilló desde el minuto uno dónde estaba el jugo de la trama y la explotó de tal manera que el programa subió considerablemente sus registros de audiencia al rozar el viernes el 19% de share. No solo se quedó en un vodevil para exprimir en la versión diaria del programa, el empecinamiento de Lydia le dio al ‘Deluxe’ uno de sus mejores datos en lo que va de año.

Del drama de Lydia a dos clásicos eternos

Cinco años antes de que Lydia Lozano resucitara a la hija de Albano se estrenaba en Telecinco ‘¿Quién quiere ser millonario?’, un fenómeno televisivo que encumbró en su momento la carrera de Carlos Sobera. Tras ocho años sin emitirse volvía a principios de este año de la mano de Juanra Bonet. Nadie le dio mucho bombo, llegó casi sin esperarse, pero el programa es uno de los éxitos de la temporada al liderar cada miércoles noche rebasando el 16% de share.

El concurso permite jugar a todo el mundo. El que tiene una cultura más limitada, y no pasa de la primera pregunta, se entretiene fantaseando a eso tan español de ver a otro ser humano perderlo todo en el último momento. La mecánica sigue infalible, creando ese ambiente de tensión necesario hasta llegar al clímax de conocer las respuesta final. Un formato que encaja perfectamente con el modelo de entretenimiento que pretende Antena 3, una reactualización de los contenidos para toda la familia que se gestaron durante los 90.

Y si hay un clásico que nunca falla, hasta el punto de que ya es un clásico hablar de su longevidad, ese es ‘Cuéntame’. Otra temporada más, y ya van 20, y la serie sigue manteniendo a sus fieles año tras año. Esta semana marcaba un 14,7% de share, un dato notable teniendo en cuenta que se enfrentaba a las todopoderosas tentaciones de Mediaset. La serie de la familia Alcántara va mucho más allá de la ficción para ser ya parte de la cultura española, una ventana abierta a nuestra historia que siempre está ahí como los abuelos de nuestra familia, que no les haces mucho caso pero que de vez en cuando apetece ir a verlos para reconciliarte con lo que eres.

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