David Hernández: «A Vox se le combate desde el periodismo»

Cinco de la tarde. El Imparcial. Con La Marea bajo el brazo aparece David Hernández. El periodista vizcaíno de 32 años afincado en Madrid es corresponsal para el canal de televisión Hispan TV, donde informa de la actualidad diaria en España, desde una perspectiva global.

¿Cómo empezaste con el periodismo?

Es complicado, más de una vez lo he pensado y cuesta. Cuando era pequeño me gustaba escribir y hablar, mucho. Desde que empecé a hablar con tres años no he parado hasta el día de hoy. Recuerdo que grababa programas de radio en casettes.

Aunque hubo una época en la que me llamaba mucho la tele. Yo pensaba que quería ser actor, pero en realidad me fijaba en los presentadores de Megatrix, Club Disney, … Yo quería pasarmelo bien en un programa de televisión. Después empecé a leer El País, y cuando llegaron los diecisésis lo compraba a diario. Así que cuando empecé en bachiller ya tenía clara mi profesión. Además empecé haciendo tele.

¿Cómo empezaste haciendo tele?

Yo veraneo en La Alamedilla, un pueblecito perdido en Salamanca pegado a la frontera. Allí, cuando era más pequeño pasábamos mi madre, mi hermano y yo los dos meses de verano, mientras mi padre iba y venía los fines de semana de julio y pasaba con nosotros todo agosto. Entonces, en pleno mes de julio fui a la tele local de Ciudad Rodrigo. Llegué a la tele, y dije que quería hacer tele, que quería ser periodista y que acababa de terminar primero de bachiller. Me dijeron que les vendría muy bien una ayuda, pero que el director no estaba, que les diera mi teléfono. Me voy, y a los cinco minutos me llama un número desconocido, que me pase por allí. Voy, le cuento todo y me dice que el lunes fuera por la mañana, que hablara con Angélica Corral, que me iba decir qué tenía que hacer y a enseñar. Fue mi maestra en el periodismo.

Yo entré a la carrera sabiendo mucho de esta profesión gracias a ella. Además ese verano solo éramos tres haciendo el informativo, Angélica, Carlos, el técnico y yo.

Mientras haya compañeros que no puedan preguntar a Vox no deberíamos ir ningún periodista

¿Es más fácil empezar en el periodismo desde una ciudad pequeña donde no hay tanta competencia como en Madrid?

Cuando tenía 17 años fue la época del auge de las televisiones locales. Estuve en la tele de Ciudad Rodrigo dos veranos y después, en Vizcaya pude trabajar en Durango TB y en otros medios locales. Al haber menos estudiantes de periodismo o que se atreviesen a echar un cable en los medios, aprender y buscar trabajo a lo mejor si que era más fácil.

Ahora ha cambiado un poco. En Madrid me ha costado más, el punto positivo es que desde aquí puedes acceder a medios grandes directamente desde la carrera a través de las prácticas. Yo llegué trabajando en un medio que me salió rana, que de hecho no considero ni medio, porque era un panfleto, lo dejé porque las condiciones eran deplorables, después encontré trabajo en otro trabajo precario como encuestador telefónico. Después me costó mucho tiempo poder encontrar un medio donde estar a gusto.

En definitiva, creo que cada uno tiene sus ventajas, en uno puede haber un acceso más sencillo y en otro puedes entrar en un medio más grande.

Además, trabajas como corresponsal para una televisión que se emite en el extranjero, ¿cómo es ser corresponsal?

Un corresponsal, al igual que cualquier otro periodista tiene que estar siempre pegado a la actualidad. A la hora de elegir los temas, se tienen que elegir los temas más importantes para contarlos. Yo paso una lista de los temas más importantes del día siguiente a mi medio y ellos me dicen cuál es el que más les interesa.

La ventaja es que no estás destinado a una cosa concreta. Tienes que saber de todo porque cada día haces una cosa diferente, es un poco aquello de «un periodista tiene que saber un poco de todo y mucho de nada».

¿Cómo se explica a un público que no tiene por qué estar informado de la actualidad española de lo que ocurre aquí?

Tengo la suerte de tener hasta dos minutos y medio, y en la cadena gusta mucho que haya análisis, opiniones de expertos, y que no solo sea información sino que se contextualice con estos expertos. Siempre hay que intentar contar la situación con la mayor sintetización posible. Hay que ser muy consciente de que la pieza no se va a emitir aquí.

Pero hay partidos que dificultan que se informe vetando a periodistas.

Yo no sé si estoy censurado o no porque no cubro actos de Vox. Mientras haya compañeros que no puedan preguntar a Vox no deberíamos ir ningún periodista. Si acaso en el Congreso porque pasan todos o vaya a preguntar algo en concreto para desmentir algo que hayan dicho.

¿Se informa bien de Vox?

No. Hay quien dice que hay que hablar de Vox para que se sepa lo que son y otros que dicen que no hay que hablar para no darles voz. Creo que hay que encontrar el término medio. Hay que hablar de Vox pero no ser un altavoz. La ultraderecha es un peligro para la democracia y por tanto para el periodismo, y lo estamos viendo.

A la ultraderecha hay que combatirla desde el periodismo. Si mienten sobre menores migrantes, se muestra la realidad, si mienten sobre violencia de género, se dice la verdad.

La información hay que pagarla como pagamos por ver HBO o escuchar música en Spotify

¿Cómo se vive el fenómeno Vox en el extranjero?

Pues no lo sé porque no me llega, la percepción que tengo es que igual porque la ultraderecha no está solo en España. Mis reportajes van para Sudamérica y allí tienen, por ejemplo a Bolsonaro. Es un problema global.

¿Cómo ves el periodismo en España?

Con esperanza. Con todo lo que está pasando ultimamente hay gente que va buscando información de verdad, y espero, que esto lleve a crear más medios profesionalizados. Medios como La Marea, El Salto, los informativos de La 2 o incluso El País en esta nueva etapa. Yo siempre tengo como ejemplo un programa de la EITB que se llama ‘Ur Handitan’, que creo que es lo mejor que se hace en televisión.

¿Es viable este periodismo si no se paga por la información?

No. La información hay que pagarla como pagamos por ver HBO o escuchar música en Spotify. Los periodistas tenemos que comer y además con ese dinero podemos hacer trabajos de calidad. Es importante pagar por la información, y si podemos hacerlo desde el kiosko mejor. Son la esencia de nuestros barrios.

Al periodismo le sobran las adjetivaciones y los egos

¿Qué le falta al periodismo?

Le falta un colegio de periodistas. En un momento en el que hay partidos que se dedican a desinformar, acusan a la prensa de mentir, y tienen a periodistas que les dan altavoz y compran un discurso falso perjudica a la profesión. Además, obliga a los medios a no poder presionar a los periodistas porque no se pueden saltar el código deontológico como puede ocurrir en la medicina.

¿Y qué le sobra?

Le sobra todo lo que no sea periodismo. Al periodismo le sobran las adjetivaciones y los egos.

¿Cómo ves el futuro del periodismo televisivo?

Si sigue esta línea nada bien. Lo veo muy oscuro que se están dedicando a hacer buenos contenidos televisivos, como ‘Ur Handitan, ‘La 2 Noticias’ o ‘Imprescindibles’. Se está disfrazando el entretenimiento como periodismo y se puede correr el riesgo de que acabemos haciendo todos entretenimiento.

Aunque también tengo esperanzas en que surjan productos informativos con mucha calidad periodística, al igual que pienso que las plataformas como Netflix, HBO o Filmin apuestan por documentales y acercan al espectador a ese tipo de contenido que de otra forma seguramente no hubiera accedido.

Crónicas de una tele es una sección semanal de El Televisero donde se abordará cada semana la televisión desde un punto de vista diferente de la mano de los profesionales del medio. En definitiva, una forma de explicar y profundizar en la historia de nuestra televisión con las personas que hacen que esta exista.

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