Alba Carrillo ha confesado en GH VIP que tuvo un amor prohibido mientras estaba con el tenista.
Alba Carrillo vuelve a abrir su esfera más íntima y sentimental. Si hace unas semanas confesaba que está enamorada y que ha iniciado una relación con el presentador Santi Burgoa, ahora ha revelado un secreto hasta la fecha desconocido. Un amor prohibido que le tuvo obsesionada y que al final no llegó a nada por diferentes obstáculos. Algo de lo que ahora se arrepiente mucho.
Así, a este amor prohibido le ha puesto nombre y apellidos. No es otro que el piragüista y modelo Javier Hernanz, pero había algo que le impedía dar el paso. Alba estaba en ese momento casada con Feliciano López y él mantenía una relación con la nadadora Mireia Belmonte.
Por tanto, su relación no llegó a nada por respeto a sus parejas, pero si hubo demasiada complicidad. “Me mandaba a casa cajas de pastelería y, en la tapa, estaba su cara. Yo no sé cómo Feli no se dio cuenta. Cuando me divorcié me volví loca por él, pero yo le decía que tenía que dejar a su novia”, ha contado.
Además, ha explicado cómo se conocieron. Ambos compartieron portada en una revista publicitaria y desde entonces entablaron una relación muy estrecha. “Éramos amigos, nos conocimos haciéndonos unas fotos, pero yo me iba a casar y él estaba con otra”. No obstante, Carrillo ha ido más allá y ha explicado con detalle algunos de los encuentros secretos. Por ejemplo, que mientras Mireia estaba recogiendo una medalla, él estaba cenando con ella. “Cuando ella estaba recogiendo su medalla, él estaba cenando conmigo”, desvelaba.
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