Analizamos los pros y contras del arranque de 'Bake Off España' en Cuatro.
"Llegó la hora de meter las manos en la masa, ¡Comienza Bake Off España!". Con esa frase daba Jesús Vázquez el pistoletazo de salida al estreno del programa en Cuatro este miércoles 6 de marzo. Una llegada que marca una nueva oleada de estrenos en la segunda cadena de Mediaset, y que podría suponer el inicio del renacer de Cuatro.
El canal está intentando cambiar su suerte con la vuelta de muchos de sus programas y la puesta en marcha de otros nuevos. 'Bake Off' supone el primer gran estreno de esta nueva etapa, al que se le unirá el jueves la vuelta de 'Pasaporte Pampliega', y la nueva temporada de 'Los gipsy kings' el próximo viernes.
¿Qué sabor de boca nos deja el piloto de 'Bake Off España'? De primeras, el programa nos podía recordar a otros talent culinarios como 'Top Chef o Masterchef'. Ya que además de tratarse de la elaboración de platos de comida (en este caso dulces), tiene una estructura bastante similar a los otros programas ya mencionados.
Sin embargo, si nos hubiesen quitado la mosca de la cadena mientras veíamos el estreno del programa no hubiésemos dudado en decir que el programa era de Cuatro. La forma en la que el formato está narrado, los ritmos y sobre todo, la forma de presentar a los concursantes, es propia de la casa. Un talent de cocina que sabe a Cuatro.
Porque si en otros programas estamos acostumbrados a que nos presenten a los concursantes durante los primeros minutos del concurso y de sopetón, en 'Bake Off' se han tomado su tiempo. A lo largo de las dos horas de duración que tiene el programa, se han ido presentando a los doce concursantes que lucharán por convertirse en el ganador del talent.
Un talent de cocina poco convencional
Pero no lo hace de una forma convencional. Cada concursante ha tenido su propio vídeo de presentación donde se ha conseguido adentrar un poco en la vida de cada participante, conocer su estilo y filosofía de vida, y descubrir que rol adaptaría en el concurso. Cabe destacar que el casting del programa recurre a ciertos tópicos con personalidades muy marcadas. Un ejemplo de esto es Alba, la concursante que decía que todo lo que hace es para glorificar a Dios; o Antonio, que representa a todos los abuelos de España, y con el que no podemos evitar sentir cierta ternura.
No obstante, recurrir a tópicos no es malo. Si bien es cierto que estamos ante un programa de cocina y debería primar las habilidades en la cocina de los concursantes, no hay que olvidar que son formatos pensados para televisión y los concursantes deberían de ser lo más televisivos posibles con el objetivo de que el espectador no se aburra. Pero es difícil aburrirse con 'Bake Off', el ritmo del programa es muy rápido y te invita a no perder detalle de lo que está ocurriendo en la pantalla.
Por un lado, la realización del programa es bastante buena y varía mucho de tipos de plano durante una misma secuencia lo que le da al programa muchísimo dinamismo. Además, no pasaron seis minutos desde el inicio del programa hasta el comienzo de la primera prueba, lo cual se agradece, ya que a pesar de ser un programa largo, no adorna demasiado los tiempos. También hay que destacar que teniendo tres pruebas en una sola gala el programa dura 130 minutos, entre 30 y 45 minutos menos que 'Masterchef'.
El programa también recuerda en ciertos momentos a otros formatos de la cadena como 'First Dates' o incluso 'QQCCMH', ya que tanto los concursantes como el modo de edición recurre a veces al humor tróspido, algo que en Cuatro funciona muy bien. Esto último es lo que más lo diferencia de 'Deja sitio para el postre', el otro talent de dulces con el que Cuatro ya lo intentó en 2014 pero que no terminó de cuajar en la parrilla. El programa de 2014, presentado por Raquel Sánchez Silva, no tenía tan clara sus semejanzas con Cuatro y podría haber estado en cualquier otra cadena.
El postre perfecto que necesitaba Cuatro
Es eso precisamente lo que podría hacer que 'Bake Off' marcase el ritmo de los próximos estrenos de Cuatro, programas cuya estructura, ritmo, edición y concursantes sean un claro ejemplo de la identidad de Cuatro.
Con el estreno la cadena ha demostrado seguir muy viva y con muchas ganas de volver a ganarse un hueco en los espectadores y además el estreno se ha convertido en un evento para promocionar a los próximos programas que están por llegar a la cadena.
En definitiva, 'Bake Off' es un formato amable y familiar que gusta y engancha, ya seas amante de la cocina o no. Y es que como dicen, a nadie le amarga un dulce. Tras el último bache de audiencias, este el Cuatro que queremos volver a ver. El que lucha por conquistar a los espectadores con programas de calidad, divertidos, innovadores y sobre todo, muy entretenidos.
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