Esta es la historia de una chica adoptada por una folclórica de nuestro país que creció con las alas cortadas. Ella misma se ha cansado de desgranar y comercializar con aspectos de su infancia, adolescencia y sobre todo los relacionados con todos los miembros de su familia.
Mediáticamente, por el interés que según dicen algunos suscita, ha sido una de las concursantes de esta sexta edición de 'Gran Hermano VIP' que ha poseído uno de los cachés monetarios más altos. No era la primera vez que se enfrentaba al reto de la telerrealidad, años atrás ya viajó a Honduras, siendo náufraga de la edición de 'Supervivientes 2016'. En la isla tuvo más suerte que en la casa ya que sin más dilación ahora no ha superado ni una nominación, proclamándose así la primera expulsada de la edición.
Siendo sinceros, las expectativas que Isa suscitaba por verla convivir eran mínimas o hasta nulas. Poco a poco se ha ido transformando en un personaje del cual, todo aquello que era noticia hacía que no quedara en muy buen lugar. Hemos sido testigos de una Isa que ha ocultado verdad o simplemente no se ha caracterizado por contarla. Alguien que ha medido sus tiempos y silencios para embolsarse posteriormente una destacada cantidad de dinero ya sea a través de prensa escrita o gracias a una participación televisiva. Sobre todo es una persona que no le ha temblado el pulso para ventilar sus intimidades familiares. Personalmente no tiene gracia ninguna, su tono de voz es llano y el público no logramos empatizar con ella. La definen una gran carencia de habilidades sociales y todavía una relevante inmadurez. Todo aquel que tenga dos dedos de frente y sea un mínimo de coherente y sensato no llega a entender ni comprender ciertas actitudes de la pequeña de Los Pantoja. Gran aficionada a las ferias andaluzas y muy relacionada con el sexo opuesto. Parece ser que se justifica en su juventud para argumentar todas sus actuaciones.
Centrándonos en los pocos días de convivencia que ha protagonizado dentro de la casa más popular de Guadalix de la Sierra es de recibo resaltar lo siguiente: la necesidad de oír y sentir el apoyo de su madre, su estrecha y novedosa relación de amistad con Techi y por último el más que acercamiento con Asraf. Isa ha reconocido que se embarcó en una experiencia como esta de como máximo noventa días o más de aislamiento sin haberse despedido de su madre ni tampoco haber tenido una conversación con ella. Durante la convivencia ya se ha ido encargando de repartir píldoras informativas relacionadas con su relación con su madre y así deducir que en el exterior se comente su actuación.
La llamada de mamá Pantoja por sorpresa y de apoyo a su hija frente a la primera nominación no dejó indiferente a nadie. Fuimos testigos de una Isa entre lágrimas acercándose a su madre y ésta receptiva pero a la vez directiva haciéndole saber que se abriera más a todos los compañeros, que se dejara conocer. Para sorpresa de muchos Isa ha compartido su concurso de la mano de Techi, ex de su hermano Kiko y también ex mujer del padre de su hijo, Alberto Isla. Eran uña y carne, una la sombra de la otra.
Por todos es sabido la necesidad de cariño masculino que necesita Isa y aún habiendo entrado con pareja se ha dejado querer por Asraf. La atracción de ella hacia él hacía que compartieran momentos cómplices, miradas, caricias, arrumacos y hasta ratos largos en la misma cama bajo el edredón.
La teoría de su expulsión está clara. Ha salido por el lavado de imagen público que pretende darse su madre que por momentos ha dejado en la estacada a su hija. El ser alguien con el cual el público no se entretiene y tampoco le interesas es clave también. Entrar con pareja y ronear de una manera tan descarada delante de más de tres millones de telespectadores sin haber dejado a tu novio no se perdona.
Una vez fuera, ya puede ver los toros desde la barrera . Y ha tenido que aguantar como en 24 horas de margen su ex entraba como concursante de pleno derecho e intimaba con la que fuera su alma gemela. Algo de lo más ruin por parte de los dos protagonistas que solo les interesa la popularidad pasajera conseguida y la remuneración que venga como efecto colateral. Dicen que el ser humano aprende a medida de errores y caídas. ¿Cuántas veces va a tener que patinar Isa para centrarse y enderezar su vida?
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