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'Masterchef', o el éxito de la post-emotividad

MASTERCHEF13 | FINAL

Juan Manuel se convirtió anoche en el primer MasterChef España imponiéndose a Eva y Fabián y a la competencia televisiva. Ni más ni menos que 5.524.000 espectadores y un impresionante 33,1% de cuota no quisieron perderse la gran final del talent show culinario de La 1 presentado por Eva González. En su minuto de oro -a las 00:31 horas- pulverizó los audímetros con casi el 50% de share: 6.629.000 seguidores y un 47,6%. Hasta 10.204.000 espectadores vieron algún momento de la emisión regalándole a La 1 el liderazgo de la jornada (14,1%).

 
TVE se reencuentra con el público familiar que dejó escapar tras "OT"



Pocos imaginaban que 'MasterChef'
un programa que apuntaba a ser el gran fiasco de la temporada haya terminado siendo uno de los fenómenos de audiencias de la última década congregando en su final incluso a más espectadores que la final de 'La Voz' (5.453.000 fieles y 37,3%). Y es que casi 30 millones de españoles (29.700.000 y 67,5% de la población) han visto en algún momento 'MasterChef' desde su estreno el 10 de abril. Todo un récord en el peor momento de la historia en aceptación, fidelidad y credibilidad de la cadena pública, y con el peor inicio posible, en sus primeras dos emisiones apenas despertó interés: 2.058.000 y 11,0% y 1.929.000 y 10,0%.

Una acertada estrategia de programación fue clave -su reubicación del miércoles al martes y tener de telonero a la Champions- pero la revelación de la temporada dio en el clavo en maximizar más en la recta final el aspecto emotivo, tan ausente en sus primeros programas con unos jueces forzadamente implacables e insensibles en una neo-versión de "tres Ristos" que resultaba excesivamente desagradable y trasnochada. Desde un Pepe Rodríguez que comenzó como el juez "de hierro" a terminar sacando en plenitud su faceta "Bob Esponja", que no ha podido impedir llevarse por las emociones y hasta derramando unas últimas lagrimillas al pronunciar el nombre del ganador. O el crack de Jordi Cruz que ha terminado cautivando como el perfecto yerno ideal. Este lado humano que tan bien funcionó a la cadena pública con realitys como 'Operación triunfo' ha sido precisamente el que la ha llevado a reencontrarse diez años después con un público familiar que dejó escapar tras la espantada de los "triunfitos". Adorables concursantes como Fabián o Maribel también han sido fundamentales para este inesperado éxito.

Pero el concurso de triunfitos gastronómicos ha cojeado también en algunos aspectos: la presentadora Eva González no ha conseguido estar a la altura de esta adaptación española de un gran éxito internacional y demostrando ser completamente prescindible. Tampoco la juez Samantha Vallejo-Nágera, imputada por cierto hace unos días en la trama de financiación ilegal de la mafia china de Gao Ping, ha manifestado suficiente implicación. La elección de Shine Iberia como la productora del formato en España y cuya presidenta Elisabeth Murdoch es la hija del magnate Rupert Murdoch el
propietario del imperio News Corporation y donde José María Aznar es consejero, ha delatado una muestra de sospechoso "amiguismo" de la dirección de TVE con el ex-presidente del gobierno popular. La excesiva tensión de las pruebas de presión a los concursantes ha desvirtuado un poco el supuesto objetivo del formato: acercar a los hogares  una gastronomía como placer. En todo caso esta inexperta productora en grandes shows de entretenimiento en nuestro país ha ido puliendo en las últimas galas algunos fallos técnicos de su arranque, pero se ha echado en falta una realización más atrevida y el uso de cámaras en alta definición, irrenunciable para los tiempos que corren...

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