Julián Muñoz declaró no haber recibido ningún pago por la docuserie de Telecinco y la Audiencia Nacional dirime si ha incurrido en delitos al ocultarlo.
Telecinco sorprendió el pasado diciembre al anunciar 'No es la hora de la venganza, es la hora de la verdad', una especie de docuserie al más puro estilo de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' con Julián Muñoz como protagonista. Fueron dos especiales conducidos por Joaquín Prat en los que Paloma García-Pelayo y Santi Acosta entrevistaron al ex-alcalde de Marbella.
Como era de esperar, por dicha docuserie, Julián Muñoz cobró un dinero tal y como reveló Ángela Portero en 'Ya es mediodía'. Y por ello, la Audiencia Nacional pidió embargar cualquier remuneración que pudiese cobrar el ex-político corrupto.
Ahora, cuatro meses después, la Audiencia Nacional ha vuelto a tener que actuar después de que Julián Muñoz haya asegurado que no cobró ni un euro por hacer dicha docuserie. Y es que cabe recordar que el que fuera alcalde de Marbella tiene pendiente de embolsar 46,2 millones de euros por su condena como responsabilidad civil en el caso 'Saqueo II'; en el que se investigaba el desvío de dinero público del Ayuntamiento en la etapa de Jesús Gil como alcalde.
En un auto de este miércoles, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional pide a los Juzgados de Instrucción que diriman si Julián Muñoz, con la cooperación necesaria de terceros, pudo cometer un delito de frustración en la ejecución en concurso medial con delito de falsedad en documento mercantil. Y es que la Audiencia Nacional considera que Muñoz simuló una cesión gratuita de los derechos de propiedad intelectual e industrial, así como los patrimoniales, comerciales y de imagen.
Producciones Mandarina, señalada por el Ayuntamiento
Tanto la Fiscalía como el Ayuntamiento de Marbella mostraron su extrañeza con que Julián Muñoz no cobrara ningún tipo de remuneración por la grabación de su miniserie teniendo en cuenta el dinero que se suele pagar en televisión.
En su informe a la Sala, el consistorio malagueño señalaba que la comunicación de Producciones Mandarina dejaba en evidencia la remitida en su día por Kometa Producciones sobre la imposibilidad de retención a Muñoz por no haber ninguna remuneración. En concreto, "cuando ha quedado acreditado que la cesión de los derechos de su entrevista implicó un contenido económico en forma de contraprestación por un total de 66.494,73 euros más I.V.A".
La Fiscalía, por su parte, aseguraba que la gratuidad y el altruismo que figuraba en ese contrato no se compadecía con la realidad que se conoce de ese tipo de producciones televisivas. Además recalcaba que ya había habido intenciones de entrevistar a Julián Muñoz a cambio de dinero pero que al tenérselo que embargar finalmente no se terminaron de firmar.
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