Netflix ha estrenado este viernes 10 de junio la serie 'Intimidad', un thriller dramático que denuncia los límites de la privacidad y el machismo enraizado en nuestra sociedad. Está protagonizada por un gran reparto femenino, con Itziar Ituño, Patricia López-Arnáiz y Ana Wagener a la cabeza
La ficción española está en un auténtico momento dulce. La consolidación de las plataformas en nuestro país ha supuesto un soplo de aire fresco a proyectos patrios, y cada vez se apuesta más por series realizadas por creadores españoles. Una de las últimas es precisamente la serie de 'Intimidad' que acaba de estrenar Netflix, y que sin lugar a dudas, se ha posicionado como una de las mejores series españolas en lo que va de año.
La sinopsis oficial de la nueva ficción de la plataforma nos plantea un dilema más actual de lo que nos gustaría. Un video sexual de una política con futuro prometedor, filtrado a la prensa, es el catalizador de esta historia que narra la vida de cuatro mujeres que se ven forzadas a pisar la delgada línea entre lo que pertenece a la vida pública y privada. ¿Dónde están los límites de nuestra Intimidad? ¿Qué pasa con nuestras vidas cuando nuestra privacidad se convierte en la conversación de todo el mundo?
Esta premisa es la base sobre la que se sustenta 'Intimidad', una serie que juega con una trama de denuncia social sobre la invasión a la intimidad y el machismo imperante en todas las capas de la sociedad. Una de las protagonistas es Malen, interpretada brillantemente por Itziar Ituño, a la que conocemos de otras ficciones como 'La casa de papel'. Esta política ve como toda su vida da un giro de 180 grados al filtrarse un vídeo suyo teniendo relaciones sexuales con otro hombre diferente a su marido en una playa francesa.
Un discurso actual y polémico
Desde ahí, 'Intimidad' explota en un discurso muy manido, pero igualmente efectivo. ¿Qué derecho tiene una persona a exponer públicamente la intimidad de otra? ¿Hasta donde se puede considerar abuso o incluso violencia de género? Porque en la serie, las mujeres son tratadas como meros objetos sexuales por los hombres. Solo son piezas de sus juegos enfermizos, y las culpabilizan cuando se sienten libres y sin ataduras.
El típico "la violaron porque llevaba la falda muy corta" es un discurso vomitivo en el que juegan varios de los personajes secundarios. Las mujeres que sufren filtraciones de vídeos de contenido sexual explícito se lo han buscado por, o tener relaciones, o enviar ese contenido. Nunca se culpabiliza al que lo filtra. Curiosamente el malo no es tan malo, y la que sufre las consecuencias es la víctima, que se convierte en una paria para la sociedad. Y, cuando encuentran apoyo, es en otras mujeres, o demasiado tarde. "Encontraremos al culpable" le dice uno de los personajes a Malen. "El daño ya está hecho" responde ella.
Un reparto increíble
El ritmo de 'Intimidad' es pausado pero sin dejar nada al azar. Tiene una serie de giros que se ven venir, sí, pero funcionan. Pero lo más destacable de 'Intimidad' no es su guión, ni siquiera su planteamiento, tan necesario como incómodo. Las verdaderas estrellas de la serie de Netflix son sus actrices, que dan un auténtico recital. Itziar Ituño, Emma Suárez, Patricia López Arnaiz, Verónica Echegui, Ana Wagener y Yune Nogueiras. Cada una en su papel, crean una serie de personajes tan cercanos y realistas que es imposible no identificarse con muchas de las situaciones que vemos.
Patria López Arnaiz y Ana Wagener vuelven a trabajar juntas desde la estupenda y reivindicable 'La otra mirada'. Y demuestran una vez más lo buenas actrices que son. Pero es verdad que la que se lleva la palma es Itziar Ituño, desarrollando un personaje poliédrico y repleto de matices. La nueva apuesta quizá peca de ser demasiado larga. La historia podría haber sido reducida y contada en la mitad de episodios (son 8 de casi una hora de duración). Y aunque hay un bache hacia el medio de la serie, el regusto final es bueno y satisfactorio.
'Intimidad' es una serie necesaria
La producción ha sido creada por Laura Sarmiento y Verónica Fernández. Esta última, creadora también de la estupenda 'Caronte'. Ambas se reparten el guión a cuatro manos y, aunque fallan en la construcción de los personajes masculinos, planos y muy básicos casi todos, destacan en la elaboración de las protagonistas. Los diálogos también es uno de los asuntos pendientes de estas dos creadoras, muchas veces demasiado expositivos y burdos.
Y qué decir de los paisajes tan maravillosos de Euskadi, con una dirección y una fotografía dignas de los mejores thrillers nórdicos. Así, 'Intimidad' desde su simpleza nos plantea un dilema moral muy actual, complejo y necesario.
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