El club social de 'El programa de Ana Rosa' con Joaquín Prat al frente había prometido que iban a abordar la segunda parte de la entrevista de Olga Moreno con Rocío Flores en plató.
'El programa de Ana Rosa' se ha colocado en el ojo del huracán. O más bien le han colocado. La culpable principal tiene nombre y apellidos: Marta Riesco. Sin embargo, no hay que eximir de responsabilidades a su presentador, Joaquín Prat, y a los colaboradores que cada mañana se sientan en ese sofá para, entre otras cosas, echar por tierra el testimonio de Rocío Carrasco. Ya sea algo de extraordinaria seriedad como su docuserie o algo mucho más mundano y pueril como la trama que mantiene ahora con la nueva novia de Antonio David Flores.
Durante estos días, el matinal ha cerrado filas a favor de su reportera en la farsa que ha tejido sobre una llamada de Rocío que no existió. Y pese a estar cristalino desde el primer momento que todo obedecía a una fantasía desmedida por sus continuas contradicciones, decidieron respaldar su relato. Así hasta que se ha desmontado el chiringuito con las pruebas que la hija de Rocío Jurado ha aportado esta semana en 'Sálvame'. Unas imágenes de las cámaras de seguridad del local que son irrefutables y que confirman que todo era una falacia.
Tras su emisión, y conscientes de que no había lugar a la réplica y que Marta la había colado, la reacción del programa no ha sido otra que la de guardar silencio. La rectificación y el 'mea culpa' ni está ni se le espera mientras algunos tertulianos se agarran todavía a ese presunto 'as' que la mocatriz asegura tener como recurso de apelación a las pruebas de Rocío Carrasco. De momento, no ha presentado nada que le avale y solo ha tenido la gran desfachatez de mover ficha para obtener esas imágenes judicialmente. Una delirante estrategia con una única finalidad: ganar tiempo.
En cualquier caso, la decepción y el nerviosismo entre el equipo parece evidente a juzgar por lo que han decidido hacer desde este miércoles. Ni ayer ni hoy ha aparecido en pantalla, como si se la hubiera tragado la tierra. Y no solo eso, porque también se ha determinado vetar el tema radicalmente y no dedicarle ni un solo minuto más. Una especie de pacto de silencio que ha roto un díscolo Alessandro Lequio volviendo a reclamar pruebas a su compañera.
Salvo esa excepción, asistimos a un paso atrás que deja al espacio de Telecinco retratado en cuanto a credibilidad y rigor periodístico. Más aún con lo que la audiencia ha podido (no) presenciar este jueves. Y es que, para rellenar minutos de club social e ignorar lo ya comentado, han empachado con su análisis sobre 'Supervivientes 2022'. Sin embargo, aprovechando que contaban en plató con Rocío Flores, han prometido y cebado en todo momento que iban a abordar con ella la segunda parte de la entrevista de Olga Moreno.
Un asunto que evidentemente no iba a hacer ninguna gracia a la colaboradora y que era susceptible de generar una gran incomodidad. La misma que ya se le advirtió la pasada semana cuando reconoció sentirse traicionada y decepcionada con la diseñadora sevillana. Pues bien, finalmente lo que tanto venían anunciando como plato fuerte no ha sucedido: ni se ha emitido el vídeo recogiendo esas nuevas y polémicas declaraciones ni tampoco se le ha preguntado nada a la joven. Un engaño en toda regla al espectador para ¿proteger una vez más a Rocío Flores? Juzguen ustedes.
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