Dividida en capítulos de 11 minutos, 'El tiempo que te doy' es de lo mejor que ha producido Netflix en nuestro país
Netflix no solo apuesta por ficciones coreanas, aunque lo parezca. No. También tiene una base muy grande de proyectos firmados en nuestro país. No en vano, dos de sus mayores éxitos internacionales son españoles: 'Élite' y 'La casa de papel'. Y, aunque 'El tiempo que te doy' no está al nivel de producción de esas dos series, sí que es una buena y arriesgada apuesta por hacer algo diferente.
Con las firmas de Pablo Santidrián, Nadia de Santiago e Inés Pintor Sierra, esta nueva miniserie de Netflix ha llegado sin hacer mucho ruido, pero aumentando su popularidad días tras día. Al final, el boca oreja a través de las redes sociales es lo que mejor funciona para este tipo de proyectos y 'El tiempo que te doy' no es una excepción. La historia es sencilla: cómo se crea y destruye el amor. A ver, sencilla... resumiéndolo así es como preguntarnos por el sentido de la vida, ¿verdad? Bueno, quizá tenga un poco de eso también.
El desamor como protagonista
A lo largo de los 10 episodios, vamos buceando en los recuerdos de la relación entre Lina y Nico, desde su primer encuentro hasta su final. Y cada capítulo intercala flashbacks con el tiempo presente. ¿Cuál es la novedad? Que según va avanzando la trama, cada vez hay menos recuerdos y más tiempo presente. Como si estos se fueran desvaneciendo, como si Lina fuera olvidando cada vez más lo que tuvo con Nico. Y al final eso es lo que nos pasa cuando tenemos una ruptura dolorosa, ¿no? ¿O es al revés, y cada vez recordamos más cosas, y con más cariño?
Pese a que en algunos momentos peca de demasiado empalagosa o poco realista, la serie se mantiene perfectamente en los 10 capítulos que entroncan la historia. Sobre todo gracias a la interpretación de un magnético Álvaro Cervantes, lo mejor de 'El tiempo que te doy'. Y es que debería tener muchas más oportunidades un actor tan joven y tan versátil, con una buena presencia ante la cámara. Nadia de Santiago interpreta a Lina y, aunque está un escalón por debajo de Cervantes, también solventa con buena nota su papel.
Mención aparte se merece la banda sonora. Sí, algunas veces chirría la elección musical, pero hay otros momentos que sirven para hacer una playlist de esas canciones que no escuchamos ya por culpa de nuestros ex. ¿Un ejemplo? 'Andar conmigo', aquel éxito de Julieta Venegas, y que se empasta a la perfección en uno de los mejores capítulos de la serie.
Referentes internacionales
Las dos caras de 'El tiempo que te doy' no son solo Nadia de Santiago y Álvaro Cervantes. Detrás está la productora La Breve Historia, muy joven y modesta, con los nombres de Pablo Santidrián e Inés Pintor detrás. Netflix se interesó por ellos tras ver un cortometraje que presentaron en COSMO por el Día Internacional de la Mujer y, desde entonces, todo ha ido perfecto.
'El tiempo que te doy' es su primer gran proyecto, y no es difícil adivinar qué referentes han podido utilizar para construir la historia. Quizá el más claro pueda ser '500 días juntos', aquella oda al desamor construida por Marc Webb, junto con Joseph Gordon-Levitt y Zooey Deschanel. Su diferente estructura nos retrotrae directamente a ese drama romántico de 2009. Pero también tiene mucho de Woody Allen, del Allen más pausado y romántico. Y también mucho de comedia romántica indie. Así, 'El tiempo que te doy' es una miniserie que se ve rápido, que se disfruta, y que a veces juega con nuestro corazón de maneras insospechadas.
Sigue toda la información de El Televisero desde Facebook, X o Instagram