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'El juego del calamar': Cuál es el secreto de la serie coreana que aspira a ser el mayor éxito en la historia de Netflix

'El juego del calamar': Cuál es el secreto de la serie coreana que aspira a ser el mayor éxito en la historia de Netflix

La serie surcoreana ha batido todos los récords de visualizaciones en Netflix con una historia que mezcla 'Los juegos del hambre' con sorpresa o juegos infantiles.

Es verdad que toda la ficción coreana vive una edad de oro gracias al Oscar de 'Parásitos' (2020, cómo ha llovido desde entonces). Pero esta ficción asiática ya llevaba conquistando al público desde unos años antes, con ejemplos como 'The Host' o 'Train to Busan'. Y en Netflix, que son muy avispados, decidieron apostar por ficción hecha en Corea. No solo nos entregó la maravilla que es 'Kingdom' (zombies en la Corea feudal) o 'Alice in Borderland', uno de los éxitos más recientes de la plataforma, sino de la que hablamos en este artículo: 'El juego del calamar'.

La serie, que lleva prácticamente solo tres semanas en la plataforma, ya ha arrojado cifras sin precedentes (siempre y cuando creamos los datos que nos da Netflix, ya que no son comprobables directamente), y día tras día se convierte en TT, con miles de fans comentando sus teorías o la locura de su planteamiento. Todo es bastante sencillo, y no ha descubierto nada nuevo: juegos de supervivencia en los que solo puede quedar uno, que se gana el gran premio. Pero esa especie de 'Los juegos del hambre' esconde algo más profundo, y sobre lo que el cine coreano no deja de reflexionar: la lucha de clases, y la diferencia tan brutal entre ricos y pobres.

Si esa diferencia ya es algo que se explotó a la perfección en 'Parásitos', aquí también se explora de forma comercial, sí, pero no por ello menos brutal. La serie comienza con una descripción del juego infantil llamado 'juego del calamar', una suerte de rayuela mezclada con lucha y balón prisionero (sin balón, claro). Y pasado ese momento de explicación, conocemos al protagonista de la historia, Seong Gi-hun (interpretado brillantemente por Lee Jung-jae), típico personaje del cine coreano: padre de familia separado, con muy mala suerte, torpe, graciosete y de buen corazón. Metido en problemas de dinero por culpa de su afición a las carreras de caballos, y con el agua al cuello por sus deudas con sus prestamistas, acepta la ayuda de un desconocido, que le ofrece mucho dinero si acepta participar en un juego.

'Los Juegos del Hambre' + 'Battle Royale' + 'La Caza' = 'El juego del calamar'

Y, pese a lo irregular de los dos primeros capítulos, con demasiado relleno que lastra un poco la historia, la serie comienza a ir hacia arriba desde el inicio del tercero, y a lo largo de sus 9 capítulos totales, siempre con ganas de saber cuál va a ser el juego con el que los organizadores sorprendan a los concursantes… pero también muy atentos a qué esconde el juego en sí, quiénes son los organizadores y qué historia hay detrás de todo. Gracias al personaje de Wi Ha-joon, que interpreta a un policía infiltrado entre los organizadores, vamos descubriendo poco a poco todo el transfondo del juego y sabemos más sobre esa lucha de clases entre ricos y pobres, entre los VIP y la chusma que se mata literalmente por avanzar en los juegos y llevarse el premio final.

El diseño tanto de los escenarios como del propio juego es brillante. De hecho, estamos seguros de que el disfraz de los 'soldados' va a ser lo más vendido este Halloween. Ya veréis. Y, como hemos dicho antes, no es algo que no hayamos visto antes. Grandes juegos que implican a mucha gente que lucha por sobrevivir… ya lo hemos visto muchas veces. Desde aquella película de culto que era 'Perseguido' de Arnold Schwarzenegger, pasando por la más reciente 'La Caza' o la más conocida 'Battle Royale', esta premisa en principio sencilla se ha ido mezclando con diferentes géneros e historias, funcionando siempre bien entre el público.

Porque al final, lo que mejor funciona no es la premisa en sí, sino lo bien construidos que están los personajes, y cómo esto permite que el espectador pueda identificarse fácilmente con todos ellos. La serie va a más en cada capítulo (de cerca de una hora de duración cada uno, a excepción del penúltimo), con una traca final impactante, con su correspondiente giro y que, por qué no, podría funcionar perfectamente como franquicia, al igual que 'Escape Room' o incluso 'Saw', salvando las distancias, claro.

Mención aparte merece la inquietante música. La canción que 'entona' la muñeca gigante del primer juego se hizo viral en TikTok apenas unos días después del estreno, con miles de usuarios teorizando sobre su significado real. Y es que es una serie que está repleta de sentidos ocultos y teorías curiosas que dan para una buena tanda de artículos. Y quizá por eso se haya convertido en el éxito tan sorprendente de la temporada, que hasta a los propios jefazos de Netflix les ha dejado picuetos. Nadie se lo esperaba, ni siquiera los propios creadores, pero ahora no pueden obviar el siguiente paso: una más que probable segunda temporada.

En un mes en el que se suceden los estrenos de series en cada plataforma, no viene nada mal darse un festín con 'El juego del calamar', una serie menos densa que otras de reciente estreno, y que se puede devorar en forma de maratón casi sin parar. Es adictiva. Os hemos avisado. Pero al menos aprenderéis una cosa, que ya deberíais saber desde pequeños: no aceptéis cosas de desconocidos y nunca habléis con extraños. ¿Quién sabe que tipo de juego macabro podrían ofreceros?

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