«No estoy curada»: Melyssa habla de la enfermedad que padece tras ‘Supervivientes 2021’

Melyssa Pinto, finalista de ‘Supervivientes 2021’, ha concedido una sincera entrevista en la que habla sin reparos sobre su lucha con la anorexia.

Melyssa Pinto ha concedido su primera entrevista tras su paso por ‘Supervivientes 2021′. Lo ha hecho en la revista ‘Lecturas’, donde se ha sincerado y ha hablado sin tapujos sobre su lucha con la anorexia, de la que ya habló en el ‘Puente de las emociones’ del reality de Telecinco.

La exnovia de Tom Brusse ha detallado cómo fueron esos años en los que luchó contra los trastornos alimenticios. Aunque a día de hoy no está completamente curada, como así reconoce ella misma: «Tuve bulimia y después anorexia psicológica. Llegué a pesar 44 o 45 kilos, tenía 15 o 16 años. Estuve yendo a un psiquiatra en Barcelona. No estoy curada al cien por cien».

Además, la finalista de ‘Supervivientes’ ha relatado en qué momento su familia se dio cuenta de que realmente necesitaba ayuda. «Comencé a provocarme el vómito y un día el médico me vio las bolas de la garganta. Me las vio hinchadas y me preguntó si estaba vomitando», ha explicado la influencer en la mencionada revista.

Desde ese mismo momento, su familia se volcó con ella. «No podía ir al baño sin que mi madre viniera ni podía cerrar la puerta», recuerda. La exconcursante de ‘La isla de las tentaciones’ también ha explicado un episodio que vivió cuando iba al instituto: «Estaba en cuarto de la ESO y un día me desmayé, me trajeron un batido y les dije que eso no, que engordaba mucho. Era una obsesión».

Su miedo a tener que ser ingresada hizo que se dejara ayudar: «Soy más fuerte que ese problema»

Melyssa revela cómo se dio cuenta de la gravedad de sus problemas: «Tras varias sesiones, el psiquiatra me dijo: ‘Te quedan dos opciones: o te ingreso o nos dejas que te ayudemos y empiezas a comer poco a poco para que tu estómago vuelva a ser un poco más grande”. Su miedo a tener que ser ingresada hizo que se dejase ayudar.

Mientras estaba en la sala de espera del hospital, presenció un episodio que le afectó mucho, como así recuerda. «Escuché a una chica que gritaba que no quería, que no quería… Creo que le iban a inyectar suero. Me afectó tano que dije que lo tenía que intentar», asegura.

Tas medio año de lucha intensa, Melyssa consiguió engordar y estar mejor. Aunque reconoce no estar recuperada al cien por cien, pero ahora disfruta de la comida sin remordimientos: «Soy más fuerte que ese problema y antes era más fuerte el problema que yo».

La catalana explica que todo comenzó cuando veía que sus amigas eran delgadas y que ella «era más gordita». «La anorexia puede venir por varios factores y en mi caso fue la falta de autoestima. Cuando una persona no se quiere, no se ve como se ha de ver», confiesa.

«Recuerdo a mi madre llorar porque no sabía que hacer»

Lo que más preocupaba a Melyssa es que sus problemas afectaran a su hermana, que tiene en ella un referente: «No quería que esto afectara a mi hermana, y luego estaban mis padres, que estaban muy preocupados por mí. Recuerdo a mi madre llorar porque no sabía qué hacer para que yo estuviera libre».

«Me apretaba la barriga, lloraba porque nada me quedaba bien, porque lo que veía era que estaba como una foca delante del espejo, cuando no era así», recuerda con dolor.

Su miedo volvió con su participación en ‘Supervivientes’: «Antes de ir pensaba: ‘Si vuelvo muy delgada me dará miedo a verme bien y no querer engordar’. Es un arma de doble filo y allí también se te queda el estómago muy pequeño».

Por último, Melyssa ha querido aclarar que todavía hay cosas de su cuerpo que no le gustan y le cuesta aceptar. «Las piernas me las veo más gorditas de lo que me gustaría, pero tampoco me voy a preocupar, ni siquiera voy al gimnasio», sentencia.

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