ANÁLISIS | Semana del 5 al 11 de octubre de 2020
Para bien o para mal, hay datos de audiencia indiscutibles para sentenciar un programa de televisión como un éxito o un fracaso. Audiencia no es sinónimo de calidad, pero sí de viabilidad. Si bien es verdad que una televisión pública debe tener en cuenta otros criterios a la hora de conformar una parrilla televisiva, la aceptación o no por parte de los espectadores es la que determina la permanencia de un formato.
Si hablamos de audiencias, los datos de 'La Isla de las Tentaciones 2' son incuestionables. Pero si hablamos de calidad, en cuanto al propósito de entretener que tiene el programa, también. Cada formato debe asumir su propósito con honestidad y la isla de Sandra Barneda cumple su cometido a la perfección. Dentro de lo legal, todo el mundo es bienvenido en esta jungla llamada televisión. Lo que hay que tener es cierto criterio a la hora de enfrentarse a las imágenes que nos ofrece la pantalla, y eso se aprende en la escuela o en las casas, no es responsabilidad del televisor.
El reality rompe parejas de Telecinco vuelve a ser una adicción de principio a fin, una amalgama de sentimientos encontrados capaz de producirnos vergüenza ajena y empatía al mismo tiempo. Todo esto gracias al trabajo virtuoso de guión y edición amenizando este espectáculo de sentimientos de manera magistral. El contenido está dosificado de tal manera que el espectador no puede sobrevivir sin su doble chute semanal, manteniendo la tensión de las tramas hasta esperar con ansias el próximo capítulo. Y ahí reside el secreto de un reality grabado, saber administrar de forma precisa las dosis a su audiencia para que esta se mantenga pegada hasta el final de la edición.
Los datos nunca mienten, a no ser que te los ofrezca Isabel Díaz Ayuso. ‘La isla de las tentaciones’ vuelve a ser uno de los programas más vistos de la temporada. Esta semana superaba el 22% de share y volvía a ser con diferencia el espacio televisivo más comentado en Twitter. Y ahí también está uno de los grandes valores del formato, la capacidad para generar impacto social a través de miles de publicaciones en las redes sociales. Toda esta masa de comentarios va generando un efecto bola de nieve, que termina atrayendo a muchos que solo pasaban por ahí y viendo la dimensión de las habladurías deciden sumarse al fenómeno.
Todo lo contrario a la relevancia social es lo que sucede con ‘La pr1mera pregunta’. Nadie habla de este programa ya que posiblemente nadie sabe que existe. Tras tres semanas de emisión el nuevo programa de TVE ya puede catalogarse como uno de los fracasos más sonados de la temporada. La audiencia ha sentenciado el programa otorgándole registros paupérrimos, esta semana se quedaba con un ínfimo 4,1% de share.
Siempre es triste que un programa no funcione, y más cuando sabes todos los meses de trabajo e ilusión que preceden a ‘La pr1mera pregunta’. El sábado es un terreno hostil para cualquier novedad de entretenimiento en directo, ya están el Deluxe y ‘La Sexta Noche’ con dos propuestas muy consolidadas y con una legión de fieles muy difíciles de seducir por otra propuesta. Tampoco ayuda el ritmo y el tono de Lluís Guilera, abusa de las pausas y los dejes propios de un presentador de informativos. Mucho más cómoda percibimos a María Gómez, gracias a su espontaneidad y buen hacer ha pasado de segunda figura a copresentadora. Lo que no sabemos, viendo los datos de audiencia, es si podrá disfrutarlo por mucho tiempo…
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