Yiya ha concedido su primera entrevista tras su paso por 'Supervivientes 2020' y no deja títere con cabeza, revelando cosas que no se han visto desde casa.
Tras su paso por 'Supervivientes 2020', Yiya ha concedido su primera entrevista a la revista 'Lecturas'. Y lo ha hecho, como es habitual en ella, sin pelos en la lengua. Ha desvelado el motivo de sus enfrentamientos con Rocío Flores y sobre sus traumas del pasado.
La exconcursante reconoce que lo pasó muy mal tras enterarse de la expansión del coronavirus en España estando en honduras: "Ha sido angustiante. El tener tanto tiempo es horroroso, llegas a conclusiones muy dramáticas".
Precisamente el tener tanto tiempo para pensar ha sido lo que peor ha llevado de la aventura. "El tormento que te produce el aburrimiento y la incapacidad para salir de él". Para Yiya lo peor no ha sido ni el hambre ni los mosquitos. "Eso te hace abrir puertas que nunca hubieras querido, y que ni siquiera sabes que te atormentan", asegura.
Sufrió anorexia a los 12 años
Con tanto tiempo libre, la extremeña no puedo evitar recordar el episodio más difícil de su vida. "En esa soledad, le puse nombre y asumí que padecí anorexia desde los 12 hasta los 18 años, lo controlaba todo, viví cosas muy feas".
Además recuerda como fue aquella época de su vida. "Todo empezó por un comentario, yo no estaba ni gorda, estoy más ceporra ahora. Un tío mío me tocó la pierna. Me dijo 'gruesota'. Esa navidad adelgacé 8 kilos".
"Me servía comida y, cuando mi madre se iba a la cocina, la devolvía a la fuente. Manchaba el plato, si tenía comida en la boca hacía como que tosía y me limpiaba la boca y echaba la comida que tenía", confiesa con profundo dolor la exsuperviviente.
Ana María es "egoísta y avariciosa"
Respecto a sus compañeros de concurso, Yiya tiene para todos. Sobre Ana María Aldón, la joven tiene muy claro cómo es y lo que quiere. "Ana María es una folclórica frustrada y tiene un afán de protagonismo superlativo”, dice en la exclusiva a la revista 'Lecturas'. Además, tacha a la mujer de Ortega Cano de "egoísta y avariciosa. Entiendo la decepción que ha sufrido Rocío". Aunque empezaron siendo amigas, la relación entre ambas se acabó torciendo.
Todo lo contario que lo que le pasó con Rocío Flores, que de ser enemigas acérrimas acabaron haciendo las paces y sellaron la paz con un emotivo abrazo entre los aplausos de sus compañeros. Pese a este buen rollo al final, Yiya no olvida lo que ha vivido con la hija de Antonio David y Rocío Carrasco. "Fuera de cámara, Rocío ponía caras despectivas, con altanería y prepotencia. Llegó a decir que con lo que ganaba le daba para comprar un piso y un coche", asegura.
Quien quiere que gane
También desmonta a Hugo Sierra, de quien asegura que "nos ha tomado el pelo a todos. Hugo ha jugado. Para él, todo vale, es Maquiavelo. Le ha tomado el pelo a Ivana, nos lo ha tomado a todos. Para Hugo, Ivana ha sido el pasaporte a la final".
A la pregunta quién quiere que gane, Yiya lo tiene claro: "Jorge, no. Es un ser anodino e inservible, un calzonazos. Elena, tampoco; me da un poco de pereza porque es como muy madre coraje. Se ha remado tan a favor de Rocío que he salido muy perjudicada. Aun así, quiero dejar el rencor al lado, que gane Rocío".
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