Pablo Alborán conectó con 'Sálvame' este viernes para presentar su nueva canción benéfica ‘Cuando estés aquí’ y contar cómo está llevando el confinamiento.
Pablo Alborán aparecía en 'Sálvame' para charlar un rato con Jorge Javier Vázquez y contar algunos detalles de su cuarentena. Al cantante le ha cogido afortunadamente en su casa de Benalmádena (Málaga) y se encuentra con sus padres. Pablo ha compuesto una canción, ‘Cuando estés aquí’, cuyos beneficios recaudados irán destinados a ayudar en esta lucha contra la crisis del coronavirus.
Durante estos últimos días, el malagueño ha hecho un tour por diferentes programas o espacios informativos para presentar la canción. Este viernes lo hacía en el programa de las tardes de Telecinco y, además de cantar un fragmento a la audiencia, abundó sobre su encierro.
Tal y como aseguraba, para Alborán es un auténtico privilegio poder estar con sus padres, compartir tiempo con ellos y no estar solo. “La soledad elegida es maravillosa, pero cuando te obligan es una canallada, así que estoy súper agradecido”, empezaba diciendo.
Eso sí, Pablo bromeó con que sus padres estaban cansados de oírle cantar a todas horas. “Hago el payaso todo el día, están hasta las cejas, no pueden más conmigo”, comentaba. Y es que se pone a cantar flamenco, pero no muy concentrado. “He aprendido que no me soporto tanto como pensaba, se tienen el cielo ganado”, reconocía entre risas.
Durante la entrevista, también confesó su gran temor después de esta excepcional situación que estamos atravesando. “Que mucha gente no sea capaz de darle la vuelta a esto, entre los que me incluyo. Vamos a tener que ser capaces de asimilar este momento, y las consecuencias de este momento. La vida espero que no me cambie mucho. Esto ha demostrado que te puede cambiar en un segundo, sea en China, Alemania, Italia, España...”, lamentaba.
No obstante, Jorge Javier también puso contra las cuerdas al cantante en un momento dado. Estos días, 'Sálvame' somete a los colaboradores a juicio según su personalidad y su valía profesional. Tocaba a María Patiño y Jorge le pedía que jugara. Aunque Pablo lo hizo sobre él mismo.
“No tengo soberbia ni soy egocéntrico. A veces rabia sí, pero ira no", confesaba Pablo. Sin embargo, el presentador iba más allá y le preguntaba si era lujurioso. "Lujuria ¿En qué sentido? En cierto modo sí, depende del momento, que eso cansa a veces. Yo soy sencillo”, intentaba salir del paso. Además, no se siente identificado con la envidia y la pereza.
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