Tamara Gorro se ha abierto a sus fans a través de las redes sociales y ha contado los difíciles momentos que está atravesando en mitad del confinamiento por el coronavirus.
La influencer Tamara Gorro ha vivido unos días bastante complicados. No solo por el encierro que supone el Estado de alarma, sino también por el aislamiento de su marido Ezequiel Garay. Todo después de que este diera positivo por coronavirus. No obstante, su aislamiento ha llegado a su fin y lo que podía ser un motivo de felicidad, no lo ha sido tanto por su estado de salud.
Hay que aclarar que no tiene nada que ver con el COVID-19, pero Tamara ha confesado que no se encuentra nada bien en los últimos días, haciendo saltar las alarmas entre su legión de seguidores o familia virtual como ella le llama en redes.
"La noche del domingo comencé a encontrarme mal, ayer no podía tenerme en pie y hoy tampoco", ha escrito en Instagram. "Estoy muy cansada y la sensación de falta de aire, como si tuviera ansiedad. Quizá el encierro de estos días y toda la situación provocó esa angustia", continúa. Lo cierto es que la cuarentena no le está sentando nada bien.
Aun así, ha querido tranquilizar. Cree que después de una cura de cama estará más fuerte que nunca con el apoyo de su chico ya recuperado. "Lo que voy hacer es lo siguiente: tranquilizarme, dar el descanso que el cuerpo me pide e ir viendo mi evolución. Estoy segura de que en unas horas estoy como nueva dando guerra", concluía.
Además, Tamara no cuenta con el respaldo de sus hijos. Tomó la determinación de separarse de sus pequeños para evitar más contagios en casa por la pandemia. Hace unos días, la madrileña lamentaba todo lo que echaba de menos a sus niños. Y es que nunca había estado tantos días separada de ellos.
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