La presentadora de 'Ya es mediodía' intercede para que sus colaboradores arreglen sus problemas.
Está claro que Alba Carrillo y Miguel Frigenti no pueden ser amigos. Pese a ser compañeros de trabajo, los problemas entre ellos ya no tienen prácticamente solución y ambos vivieron un nuevo y fuerte enfrentamiento este domingo en el último debate de 'GH VIP 7' antes de la final.
Todo vino a raíz de que Miguel Frigenti le preguntara a su compañera si creía que alguien que "ha faltado el respeto al concurso" podría ganar el reality y le recriminara que le hubiera llamado "muerto de hambre" y llegara a pedir su despido de 'Ya es mediodía'.
Tras los ataques de Alba Carrillo en directo, después la concursante era pillada en el 24 horas llamando "hijo de p...." a su compañero y asegurando que si él sigue colaborando en 'Ya es mediodía' ella dejará su puesto de colaboradora.
Este lunes, la polémica llegaba al programa de Sonsoles Ónega. La presentadora le preguntaba a su colaborador cómo se encontraba tras lo que pasó por la noche con Alba. "Yo tengo la conciencia muy tranquila porque lo que he hecho es comentar un concurso. La única que ha hablado de mi vida es ella", comenzaba diciendo Frigenti.
"Y jugar con el pan de las personas es muy feo", añadía el periodista tras recordar que Alba Carrillo había pedido su cabeza. "¡Aquí hay una directora, eh!", decía Sonsoles dejando claro que la única que puede decidir quién sigue o no en el programa era la directora del espacio.
"Lo que me da pena es que os llevéis así con el buen rollo que tenemos todos", se lamentaba la presentadora recordando que el 'Fresh' era una sección de desahogo y divertimento.
"Es una sinvergüenza"
Por su parte, Frigenti dejaba claro que él no pondría impedimentos en coincidir con Alba pero que no le va a perdonar jamás todo lo que ha dicho de él. "Yo si tengo que coincidir, coincidiré. Pero no quiero tener nada que ver con una persona que me ha llamado todo lo que me ha llamado, que se ha metido con mi familia y que ha jugado con mi trabajo. Me da igual. ¡Es una sinvergüenza!", explotaba muy enfadado el colaborador.
Mientras Marta López intentaba que su compañero se calmara y pidiera perdón por lo que había dicho, Ónega tomaba la palabra para zanjar la polémica: "Estoy convencida de que te relajarás y cambiarás de opinión. Y yo si voy a intentar que os reconciliéis".
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