La aparición del líder de Bildu en televisión desata un tsunami de críticas y, a pocas horas de su emisión, la Asociación de Víctimas contra el Terrorismo pide su cancelación.
Revolución entre la audiencia a escasas horas de que se produzca la entrevista que el periodista Marc Sala va a realizar a Arnaldo Otegi en ‘La noche en 24 horas’. Que el líder de EH Bildu se siente en la cadena pública está causando sensaciones y no precisamente positivas. La audiencia carga contra RTVE por darle cobertura al político e incluso colectivos de la sociedad española contra el terrorismo se han puesto en contacto con la corporación pidiendo la cancelación de la entrevista.
Desde que Arnaldo Otegi comunicó en su cuenta de Twitter que asistía al programa informativo de la pública para conceder una entrevista, no han parado de sucederse todo tipo de comentarios y TVE se sitúa en el ojo del huracán. Tanto es así, que ha recibido una carta formal por parte de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, donde también se exige que esa entrevista sea abortada cuanto antes.
El colectivo de afectados por el terrorismo de ETA ha sido implacable en esa misiva y ha manifestado su “absoluto rechazo” por que la cadena pública “haga esta burda operación de lavado de imagen de un terrorista condenado”. Consideran que el heredero del brazo institucional de ETA y EH Bildu “no puede ser considerado como una formación política más”.
Por otra parte, el aluvión de críticas no viene solo de parte de las asociaciones contra el terrorismo. También la audiencia se muestra indignada por esta polémica entrevista y a través de sus redes sociales está llamando al “apagón a TVE” en señal de protesta. Y para solidarizarse con las víctimas del terrorismo.
Además, la polémica que está en envolviendo a RTVE, se completa con la cascada de reacciones también que ha suscitado en la esfera política que se siente Arnaldo Otegi. El bloque de centroderecha no ha tardado en pronunciarse y cargar con esta maniobra de la cadena pública. Albert Rivera, líder de Ciudadanos, lo tachaba de “escándalo” y de ser una entrevista para “limpiar su imagen”. El PP lo considera una “humillación a las víctimas de ETA”. Y Vox, por su parte, advierte de que “no debería producirse”.
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