ANÁLISIS DE AUDIENCIAS| Semana del 25 al 30 de junio de 2018.
El fútbol, que todo lo arrasa y todo lo gana, deja poco margen para que el entretenimiento encuentre su hueco en la parrilla televisiva. Entre tanta pelota, sigue habiendo miradas a tener en cuenta en las descafeinadas noches estivales.
Ni verdades ni catedrales, la mejor ficción española de la temporada es ‘La otra mirada’. Soy poco amigo de las sentencias categóricas, pero en un momento en que las series han dejado de ser los grandes estandartes de la televisión convencional, hay que poner en valor cuando una de ellas destaca por encima de tanta ficción de usar y tirar. La que parecía que era otra serie amable de época, con sus señoras con moño y su ñoñería habitual, es toda una revolución ideológica comparada con lo que nos tiene acostumbrados el ente público. En los nueve capítulos emitidos hasta la fecha hemos visto reveladores juicios a violadores, mujeres manteniendo relaciones homosexuales y discursos de empoderamiento femenino semana tras semana, y todo ello en un relato ubicado en los años 20. No deja de ser curioso que para romper arquetipos de género la ficción española haya tenido que emplazarse hasta principios del siglo pasado.
En ‘La otra mirada’ ellas toman el control del todo, incluso alguno de sus capítulos está dirigido por una mujer, Mar Olid, algo muy poco habitual en la ficción española. Y es que su título ya es una declaración de intenciones, tanto si la dirigen hombres como mujeres, el valor diferencial de la serie reside en cómo se mira la historia. No es una mirada exclusivamente femenina, es simplemente la otra mirada, la que siempre estuvo en un segundo plano aplastada por la visión heteropatriarcal de la sociedad. La serie tiene la perspectiva idónea para abordar su guión y tiene un reparto de actrices excelso para llevarlo a cabo. Supone la consolidación de Macarena García como los ojos más expresivos de la ficción nacional, la solvencia de Ana Wagener como la eterna merecedora del Goya a mejor actriz secundaria, la reivindicación de Cecilia Freire como actriz dramática y el descubrimiento de Patricia López Arnáiz bordando un regalo de personaje. Pero la tele, como la vida, no siempre es justa. La serie pasa sin hacer ruido por los audímetros nacionales y esta semana se conformaba con un discreto 8,6% de share.
Hay otras formas de mirar la realidad que también nos ofrecen un buen pasatiempos para combatir el calor nocturno. Pasan los meses, dejamos atrás los choques de trenes de grandes apuestas televisivas y ‘En el punto de mira’ se muestra imperturbable en la noche del lunes. Les han puesto enfrente a grandes transatlánticos del entretenimiento y ellos siguen aguantando el tipo. Esta semana el espacio de reportajes de Cuatro subía hasta un notable 7,2% de share, su mejor dato desde el mes de marzo. Tiene un mérito innegable mantenerse en antena interrumpidamente durante tantos meses y seguir ofreciendo contenido capaz de despertar el interés de la audiencia. El pasado lunes, con un tema en apariencia menor, lograron generar entretenimiento y a la vez contenido de interés informativo. Abordaron los peligros del anisakis desde de todos los ángulos, de un punto de vista más científico a otro de calado más social. Cada semana el programa huye de los temas más candentes para abordar sus propias investigaciones, poniendo en la agenda mediática asuntos que hasta el momento habían pasado de puntillas entre las preocupaciones del gran público.
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