En televisión no es oro todo lo que reluce, ni siquiera cuando los sueños de tu vida se realizan. Rosa López, la granadina más famosa de España, también conocida como Rosa de España es el claro ejemplo de los últimos años.
La psicológicamente frágil cantante que entró en la academia de ‘Operación Triunfo’ nos muestra como 15 años después su autoestima no se ha reforzado a pesar de todo lo que ha vivido desde ese momento. Ella, con sus complejos por peso, su inocencia, su inmadurez propia de una persona de su edad al entrar en la academia y su reducido círculo de amigos la han convertido, por todo ello y su talento en una de las cantantes más queridas de España.
Aquella niña insegura de la vida que nunca había salido de su pueblo ni tenido amistades tan sinceras como las que ganó en la academia aseguraba en 2013 en una entrevista a CERES TV: "Sin esfuerzo no hay milagros". "Todo se logra cuando hay esfuerzo, motivación, ilusión y verdad". Dentro del concurso la vimos llorar, emocionarse, buscar su seguridad personal en Verónica, se hizo amiga de Chenoa con un cariño especial a día de hoy todavía conservan e incluso enamorarse de Manu Guix,...
'Operación Triunfo' negocia su regreso a TVE con una nueva edición en otoño
Durante el reencuentro de 'Operación Triunfo 1' (2016) públicamente reconoció que no estaba preparada para la vida que llevaba en 'Operación Triunfo' ni a la salida del programa, por toda la presión que tenía ser ella y su forma de ser. Su físico, su principal problema de autoestima, con lo que siempre ha tenido que luchar, fue su mayor impedimento en los tiempos del “Europe’s living a Celebration”. La audiencia le daba cariño y lo agradecía como podía. Algo a lo que no estaba acostumbrada. Reconoce que el gimnasio antes era una necesidad y ahora se ha convertido en una obligación, hizo que cambiara su vida por completo.
Ella, una de las mejores voces de este país, una de las artistas más queridas de España, a la que el público la exige siempre que dé lo mejor de sí, nos conquistó a todos por su fuerza, poderío en la voz y su manera de ser. Cuando la conocimos como persona España entera le cogió un inmenso cariño del que ahora no se sabe si se le sigue queriendo por lo que les despertó en su momento o porque sigue manteniendo su esencia y nos identificamos rápidamente con su forma de ser y ver la vida. Como cualquiera de nosotros nos vimos reflejados en la niña de pueblo que cumplió el sueño de ser grande de España sin perder la humildad e inocencia. ¿Fuimos los espectadores quienes la convertimos en el juguete roto de la televisión sin querer o ha sido la propia televisión la que ha estirado un “producto” que no es tan elástico como se nos presentó hace 15 años?
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