La serie ofrece doble capítulo esta semana, lunes y jueves con cierre frenético de la 15ª temporada, y vida de Toni en peligro
Avance del penúltimo capítulo de la temporada: "Aviones de papel"
La venta de la tienda de banderas a un empresario catalán parece que sigue adelante y las trabajadoras están muy inquietas porque Antonio no les ha explicado cuál va a ser su situación a partir de ahora. Antonio atraviesa su peor momento desde que se separó de Mercedes, algo que preocupa mucho a Miguel, que no sabe qué hacer para que salga de esa espiral de autodestrucción. Menos mal que el negocio del vino va bien y han conseguido un importante pedido, aunque a última hora se complica.
Mientras, María sigue sin llevar bien la separación de sus padres. Están tan ocupados que olvidan ir a las reuniones con los profesores. Animada por sus amigas, decide hacer una gran “trastada” para que tengan que ir juntos a hablar con la directora. Quien tampoco lleva nada bien la relación con su hijo es Inés, que no sabe qué hacer para que Oriol se adapte a su nueva vida con ella.
Complicaciones también las que tiene Toni, que sigue su investigación en Tánger con Dávila. Tienen que hablar con el joyero del almacén de Tetúan, que es el único y principal testigo que tienen.
Por último, la versión publicitaria de Superamor, ha convertido a los Rosa Chillón en populares, lo que empieza a generar conflictos entre sus integrantes. Además, la reaparición de alguien a quien hacía mucho que no veía hará que Carlos tenga que enfrentarse de nuevo a su pasado.
Y en 'Ochéntame otra vez': "Cuando Madrid se movía"
Corría el año 82 y Madrid era una ciudad ávida de nuevas experiencias. De toda España llegan músicos deseosos de compartir la fiesta. Desde Málaga, Vigo o País Vasco viajan los miembros de Siniestro Total, Danza Invisible, Os Resentidos o Los Burros para contemplar, en primera persona, los conciertos de las estrellas más rutilantes del momento.
‘Ochéntame otra vez’ se sumerge en el Madrid de la época, que se perfilaba como la capital más divertida de Europa. De las noches del Rock-Ola a las cañas en la Bobia muy cerca del Rastro madrileño donde empezó todo, allá por el 77, cuando Alaska, El Zurdo, Nacho Canut, Carlos Berlanga, Enrique Sierra o Manolo Campoamor fundan Kaka de Luxe, el grupo punk del que partiría la Nueva Ola Madrileña.
“Se estaba creando todo un imaginario de grupos madrileños”, afirma el fotógrafo Miguel Trillo, cuya cámara es testigo de aquella época. La presentación en público de muchos de esos grupos toma fecha oficial en 1980 en el Homenaje a Canito celebrado en la Escuela de Caminos. Las actuaciones de Secretos, entonces conocidos como Tos, Nacha Pop, Alaska y Pegamoides, Mamá, Mermelada o Trastos abrían paso a la banda sonora de una generación.
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