ENTRE TODOS | ANÁLISIS
Televisión Española saca pecho haciendo balance del primer mes de 'Entre todos', la apuesta que llegó a final de agosto para fulminar décadas de ficciones y telenovelas que convertían a la primera cadena pública en la opción favorita de los telespectadores en sobremesa hace menos de un año. Este miércoles coincidiendo con el aniversario de sus primeras cuatro semanas cosechó su propia marca, 1.009.000 espectadores y un 8,9% en sus casi tres horas navegando por los "dramas" personales y repartiendo "solidaridad".
Pero esta euforia de los directivos públicos es una verdad a medias: con una trayectoria tímidamente ascendente y una audiencia media superior al 7% y cercana al millón de telespectadores, no mejora en absoluto a lo que cosechaban las reposiciones de series o 'El origen'. Sigue por debajo de la media de La 1 de TVE en el mes, que a pesar de sacar del "cajón" series carísimas como 'Águila Roja' e 'Isabel' volverá a cerrar septiembre por debajo del 10%, un 9,8% de cuota media hasta hoy. Muy difícil ir hoy ya de "abanderada" de la gran ficción, producto del acierto de sus anteriores gestores, cuando la credibilidad ha quedado muy tocada, y no cejan en dar la estocada.
Y aún más inadmisible resulta que se muestren "satisfechos" cuando ni siquiera recurriendo al "morbo" de las desgracias ajenas de este formato traído por la exageradamente "campechana" de Toñi Moreno -lo mismo te lanza un zapato en pleno directo que "mata" estadísticamente a 20 millones de españoles-, teñidas de una explosión de benevolencia solidaria y económica de la televisión pública actual con un formato similar al de las "tómbolas" de las ferias populares de barrio que todavía persisten, pero que a nivel estatal nos lleva varios peldaños atrás en la televisión de calidad de la que hace muy poco presumíamos y nos sentíamos razonablemente satisfechos.
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