Emma García habla claro y pone nombre al colaborador de 'Viva La Vida' que no soporta

Emma García se ha sincerado sobre su relación con José Antonio Avilés, con el que ha tenido bastantes encontronazos en 'Viva la vida'

Emma García abrió su corazón en la revista ‘Lecturas’. Por primera vez, la presentadora de 'Viva la vida' se sinceró sobre su vida más personal y también sobre su complicada relación con el polémico colaborador José Antonio Avilés.

La pregunta que muchos espectadores se hacen es: ¿son reales encontronazos que a menudo tiene con el colaborador? Ella asegura que "me saca de quicio".

Emma García se ha convertido en una de las presentadoras estrellas de Mediaset. Comenzó en el magacín ‘A tu lado’, para después presentar ‘Mujeres y hombres y viceversa’ y otros programas del grupo audiovisual. Desde hace unos años, se pone al frente de 'Viva la vida' cada sábado y domingo. Ahí tiene que lidiar con broncas entre los colaboradores, y con las polémicas de Avilés.

Su principal objetivo cada fin de semana, es que el mensaje que lancen a través de las cámaras llegue inteligible a la audiencia. Algo que no siempre consiguen, al pisarse unos a otros. Una lucha constante que muchas veces hace cabrear a la presentadora.

"Esto implica que la gente en su casa no pueda escuchar y pueda saber de qué estamos hablando. Es verdad que les puede la pasión, afortunadamente", asegura, resignada, Emma García. “Y luego tenemos a Avilés, que es nuestro niño”, añade la vasca en su entrevista a ‘Lecturas’.

Emma sobre Avilés: "Tenemos rifirrafes, como en todas las familias"

No hay semana que el exsuperviviente no se lleve un rapapolvo en directo de la 'jefa'. Y, aunque, como ella misma reconoce, le saca de quicio, en el fondo le tiene mucho cariño. "Es el joven y tiene una pasión sin límites”, le defiende la presentadora. Aunque, “me saca de quicio todos los fines de semana, a mí y al resto".

Para ella, Avilés no tiene ningún secreto. Es tal y como le vemos por televisión: "Tiene sus días, es como un libro abierto". "Cuando lo veo ya sé si viene enamorado, al día siguiente ya le digo que no está bien. Ahí ya tenemos nuestros rifirrafes, como en todas las familias", concluye Emma.