Cruz se tiene que tragar su orgullo y trae de vuelta a La Promesa a Pía y Rómulo para que no pasen ni un día más en el servicio de los Duques de los Infantes. Y tiene que transigir a las peticiones de los sirvientes, con un aumento de salario.
Así, el futuro de Petra en La Promesa está en jaque o eso piensa ella cuando descubre que su antigua rival, Pía, está a punto de volver para disputarle su puesto. De momento, la señora Adarre volverá como doncella, no como ama de llaves.
María Fernández descubre algo sobre la casa parroquial que pone en entredicho la coartada de Samuel. Al parecer, no existe ninguna obra, pero él tiene una explicación que promete darle en otro momento. Por su parte, los cocineros siguen desilusionados por no poder asistir a la boda de Catalina con Pelayo, pero Lope tiene una idea que quizás haga posible lo imposible.
La inminente boda de Curro con Julia hace que Martina se vea obligada a intervenir para impedirlo. Las clases a Jana siguen su curso, hasta el punto en que la institutriz, sorprendida con la gran progresión, toma una decisión trascendental para la muchacha y le comunica a la marquesa que está capacitada para incorporarse a las celebraciones de los Luján.
Sin embargo, la primera cena a la que se enfrenta Jana en La Promesa tras las lecciones que ha recibido acaba en un fuerte enfrentamiento con Lorenzo, tensando la velada y convirtiéndose en objeto de críticas de algunos miembros de los Luján por su salida de tono.
Avance de 'La Promesa' del lunes 2 de noviembre
Tras la metedura de pata de Jana durante la cena que los marqueses ofrecieron en su honor, comportándose como una verdulera e incomodando a algunos miembros de la familia, la doncella busca refugio en su antigua habitación junto a su amiga María Fernández. Se encuentra muy agobiada.
Manuel acusa a Lorenzo de haber provocado a Jana pero el capitán, que actúa con un propósito claro, cree que es mejor que vea cuanto antes cómo de maleducada es la mujer con la que se va a casar. Las mismas pretensiones que tiene Cruz.
Y lo cierto es que lo peor para Jana está por venir porque Cruz, con aviesas intenciones, sugiere a Manuel organizar una gran fiesta en La Promesa para presentar a Jana en sociedad y para pedirle la mano. A cambio, solo le pide una cosa. Realmente se trata de una emboscada para que Jana vuelva a meter la pata y quede en evidencia ante todo el mundo. Así, la marquesa busca acelerar el fin de la relación.
Julia encara a su cuñado, que le confirma que, efectivamente, ha llegado a un acuerdo económico con Lorenzo a cambio de facilitar esa forzosa boda. Pero la muchacha no está dispuesta a transigir con sus planes.
Petra, indigestada por la readmisión de Pía y Rómulo como doncella y mayordomo de La Promesa, intenta malmeter ante Cruz para que valore mejor la decisión, pero la marquesa le prohíbe hablarle más sobre el asunto. No ha de meterse en sus determinaciones.
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