De vez en cuando, hay series que se saltan todos los algoritmos de las plataformas y aparecen en los top10 de todo el mundo sin que nadie hubiera pensado en ellas. Series sin apenas promoción (o directamente inexistente) que, gracias al boca oreja, se convierten en auténticos éxitos independientes. Incluso con más verdad que otros grandes proyectos que llevan toda la maquinaria promocional detrás. Y esta semana tenemos un claro ejemplo de ello, que ha reventado todas las expectativas, además de hacer números al alcance de muy pocas. Estamos hablando de 'Mi reno de peluche', que llegó a Netflix el pasado 11 de abril, y que ya es número 1 en todo el mundo.
Escrita, dirigida y protagonizada por Richard Gadd, 'Mi reno de peluche' no es una serie para todos los estómagos, desde luego. Porque esta serie de Netflix es un descenso a los infiernos... es un descenso a nuestro propio infierno. Porque nos podemos ver reflejados en muchos momentos de 'Mi reno de peluche'. Aunque pueda parecer en un principio que vamos a estar ante una comedia dramática al uso, nada puede prepararnos para lo que vamos a encontrar. Y me gustaría hacer una crítica con la mínima cantidad de spoilers. Porque esta serie merece la pena verla así. Trataré de conseguirlo.
'Mi reno de peluche' se ha convertido en un auténtico éxito viral. Tanto es así que hasta el propio Stephen King la ha recomendado a través de su cuenta en X (antiguo Twitter, aunque nadie lo llame X).
Y, tras solo 2 semanas en Netflix, los números están ahí para constatar su repercusión:
- 52,800,000 horas visualizadas
- 13,300,000 visualizaciones
- Top10 en 89 países
- Número 1 en 43 países (entre ellos, España)
¿Os vais haciendo una idea del éxito que tenemos entre manos? El día de su estreno pasó sin pena ni gloria por la plataforma. Pero el boca oreja ha sido brutal, y en pocos días, todo el mundo estaba enganchado a la historia de Donny Dunn y Martha Scott.
¿De qué va 'Mi reno de peluche'?
Aquí normalmente siempre escribo la sinopsis de la serie, pero 'Mi reno de peluche' es una propuesta que es mejor ver sin saber nada de ella. En serio. Entregarse al completo desde el primer episodio sin tener mucha idea de lo que va a venir a continuación, porque así te va a pillar por sorpresa continuamente. Hacedme caso. No leáis nada sobre la serie antes de verla. De hecho, espero que si seguís leyendo, es porque ya la habéis visto. Si no, daos la vuelta y corred a Netflix.
Una historia descarnada sobre la salud mental
Si hay un tema recurrente en la historia de 'Mi reno de peluche', es la importancia del tratamiento de la salud mental. Por suerte, cada vez va siendo menos tabú hablar de ella, hablar de los problemas y los traumas que arrastramos, muchas veces sin ser conscientes de ello. A eso se enfrentan tanto el protagonista Donny como la vulnerable y agresiva Martha. La serie creada por Richard Gadd no solo trata eso, sino que pone en el foco muchas de nuestras decisiones, nuestra falta de empatía, el consentimiento y los abusos. Podría no haber funcionado y caer en el absurdo, pero hay dos cosas que unen al relato como si fueran pegamento: las brutales interpretaciones y que la historia sea un hecho real.
Porque el acoso al que se vio sometido Gadd durante años por una mujer mentalmente inestable es terrorífico. Obviamente, el creador ha dejado claro que hay varios momentos que han sido cambiados o alterados para favorecer el timing narrativo. Es normal. Pero tanto la esencia de las personas a las que se representa y de lo que ocurrió está presente.
La ficción está compuesta de siete episodios, de cerca de 30 minutos cada uno, excepto el cuarto, que se alarga hasta los casi 45 minutos. Esto favorece el visionado en forma de maratón. Aunque es difícil aguantar tanto tiempo seguido con una historia tan cruda y dura. Porque cuando piensas que no puede pasar nada más... pasa, y más fuerte aún.
Los traumas que arrastramos
En especial el episodio 4, que es uno de los episodios más duros que hemos visto recientemente en una serie, se nota como una catarsis del creador, junto al capítulo 6, con un final totalmente abrumador. Gadd ya ha explicado que escribir la serie (y cierto monólogo) ha sido terapéutico para él, y que le ha ayudado a entender todo mucho más. Porque 'Mi reno de peluche' no busca señalar a culpables más allá de mostrar los hechos y ver cómo muchas veces nos faltan herramientas para lidiar con nuestros traumas. Esto provoca explosiones emocionales que casi nunca somos capaces de controlar.
Todo ello se ve reflejado sobre todo en los dos protagonistas. Richard Gadd está presente durante toda la serie. Pocas secuencias no le tienen a él en pantalla, por lo que nos volcamos sobre él. Lo vivimos todo a través de sus ojos. Sentimos su vergüenza, su empatía, su ira, su frustración... Todo gracias a esa interpretación tan increíble. Al igual que la de Jessica Gunning, que da vida a Martha Scott. Ambos intérpretes tienen una capacidad asombrosa para cambiar de gestos, de expresiones, y que su personaje dé un giro de 180 grados. Si la temporada de premios es justa, deberían estar nominados a todo.
'Mi reno de peluche' es una serie compleja de ver. No es apta para todo el mundo, y tiene momentos muy duros. En algunos aspectos nos puede recordar a la maravillosa 'Podría destruirte' (HBO MAX) de Michaela Coel. Ambas coinciden en dar una visión naturalista sobre lo que les ocurrió, y hacer al espectador partícipe de todo ello. A veces hasta sus últimas consecuencias. La serie de Netflix te hace reflexionar, y pone varios temas sobre la mesa muy necesarios hoy en día.
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