Mariángel Alcázar y Alessandro Lequio han mantenido un tensísimo desencuentro este miércoles en plena emisión de 'Vamos a ver' a propósito de los actos institucionales con motivo de la mayoría de edad de la princesa Leonor, que tendrán lugar el próximo martes, 31 de octubre. Y todo después de confirmarse dos grandes ausencias: ni Juan Carlos ni Sofía están invitados al acto principal en el Congreso de los Diputados.
"Sostiene Alessandro que no se invita al acto de jura de la Constitución de la heredera al trono a ninguno de sus dos abuelos por orden de Casa Real", ha introducido Joaquín Prat. "Orden no lo sé. Cuando se hace el comunicado, ya se deja claro que el rey Juan Carlos únicamente asistirá a la celebración familiar. ¿Qué sucede? Que si nos retrotraemos a la proclamación del rey Felipe en 2014, Juan Carlos tampoco fue al Congreso. En ese momento, él renunció para no restarle protagonismo a su hijo, pero en este caso yo creo que ha expresado su deseo de ir y, como se ha decidido que evidentemente no va a ser así, tampoco irá la reina Sofia ni los abuelos maternos para que se ofenda menos", ha explicado Mariángel Alcázar.
"Lo que está pasando ahora es exactamente lo que pasó cuando a la infanta Cristina se le retiró la representación institucional cuando el caso Nóos, que para que no se notara tanto también apartaron a la infanta Elena", ha rememorado la periodista y colaboradora del matinal de Telecinco. "Yo entiendo la indignación de Alessandro Lequio", ha reconocido Alcázar respecto a ese manifiesto cabreo del colaborador por que Juan Carlos se quede fuera de una fecha tan emblemática y de un acto institucional tan importante en la vida de su nieta, la princesa Leonor.
"Tú dices que existe un problema no resuelto, pero el rey Juan Carlos judicialmente está impoluto y se le trata mucho peor que a los indultados por delitos contra el Estado. Y otra cosa que quiero que quede clara es que la cuestión de los invitados es decisión de Zarzuela, en nada interviene el Gobierno. El propio Juan Carlos no tiene ninguna gana de ver la cara de quienes le han prohibido asistir a las Cortes. Y si va a la celebración familiar, es por respecto institucional y para no montarla. Y lo que digo va a misa", ha sentenciado Lequio.
"La celebración familiar no se sabe cuándo va a ser", ha rebatido Mariángel Mariángel. "Sí se sabe, el problema es que no saben quién va y si van a tener que poner dos sillas o veinte", le ha confrontado Alessandro Lequio. "En cualquier caso, el rey Juan Carlos se siente ninguneado", ha apuntado la tertuliana. "Ninguneado por Zarzuela y por su hijo, ninguneado por su hijo, que se ha bajado los pantalones. Por favor, Mariángel, mójate de una vez", ha estallado le conde, cortando continuamente a su compañera.
"Déjame hablar, déjame hablar. Yo lo que estoy diciendo es que está claro que en Zarzuela hay un muro de separación entre Felipe y su padre", ha puntualizado Alcázar. "Pero no por el hijo, el hijo hace lo que le dicen en Zarzuela", ha señalado Alessandro. "El rey emérito no va a ir a las celebraciones institucionales porque en la propia Zarzuela saben que, si va, se vincula la presencia o la imagen a la princesa Leonor y eso no lo van a permitir", ha enfatizado la periodista especializada en Casa Real.
"Con Jordi Pujol no pasó nada al salir Felipe VI con él en la portada de La Vanguardia. Sin embargo, con su padre sí, que por mucho que lo que haya hecho dé asco, judicialmente es impoluto y Jordi no", ha replicado el tertuliano muy exaltado. "Jordi que yo sepa no es padre de nadie y ni es de la Familia Real. El señor Pujol estaba en una cena y el Rey Felipe pasó por su lado y le saludó, nada más", le ha contrariado Mariángel Alcázar. "No tuvo reparo en coincidir con un presunto delincuente", ha clamado él sin pudor.
"Alessandro, cálmate, cálmate", le ha pedido encarecidamente la colaboradora, incapaz de soportar tal nivel de tensión. "Y para que te rías un poquito, el rey Juan Carlos no pudo jurar con el ejemplar de la Constitución el día que lo proclamaron rey en 1975", ha recordado. "Pero él firmó la Constitución y la niña (Leonor) jurará sobre el mismo ejemplar que firmó su abuelo", le ha cortado a gritos Lequio, que lejos de aplacarse con esa anécdota, ha elevado aún más el tono.
"Basta, basta. Para mí es muy difícil estar a distancia porque no estoy en plató y los espectadores están hartos", ha apelado Mariángel Alcázar para que desde el estudio de Telecinco alguien le detuviera de una vez por todas y rebajara el tono. Acto seguido, la comunicadora se ha despedido pidiendo disculpas por ese episodio protagonizado en directo: "Siento mucho las discusiones así. Tú (Alessandro) estás para excitar el asunto y yo estoy para calmarlo".
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