Crítica ‘La Novia Gitana’: la serie española del año de una adaptación que sale muy airosa

La novia gitana serie
Atresplayer

Atresplayer Premium ha estrenado este domingo 25 de septiembre ‘La Novia Gitana’, la adaptación en forma de serie del éxito literario de Carmen Mola

España está viviendo una nueva edad de oro en su ficción televisiva. La llegada de las plataformas ha supuesto una auténtica revolución y se nota. La ficción española empieza a ser arriesgada, sí, pero también comercial. Y no puede ser mejor noticia, las cosas como son. Que haya fenómenos que superen nuestras fronteras como ‘La casa de papel‘ solo puede ser motivo de celebración. Y la serie de ‘La novia gitana’, la nueva apuesta de Atresplayer Premium, parece querer seguir por el mismo camino. Porque la adaptación audiovisual de ‘La novia gitana’ tiene todos los elementos para convertirse en un auténtico éxito.

Basada en el bestseller literario de Carmen Mola, ‘La novia gitana’ es un thriller de asesinatos, como tantos hemos visto, pero con una personalidad propia innegable. La sinopsis oficial de la nueva serie de Atresmedia ya nos prepara el terreno para una historia repleta de giros y tensión en escala:

Elena Blanco, inspectora de homicidios de la BAC (Brigada de Análisis de Casos), es una mujer obsesionada con el trabajo y atormentada por un oscuro suceso de su pasado. Intenta espantar sus fantasmas a base de alcohol, sexo y música, mientras busca al culpable del asesinato de Susana Macaya, una joven gitana desaparecida tras su despedida de soltera y con la que alguien ha realizado un macabro ritual que reproduce la muerte de su hermana siete años atrás. La gran incógnita es que el asesino de Lara cumple condena desde entonces, por lo que o tiene un imitador… o hay un inocente encarcelado.

Una dirección impecable

Sobre ese punto de partida se vertebra una serie que busca sorprender al espectador, sí, pero también crear una atmósfera claustrofóbica y agobiante. Ahí tiene mucho que ver el director Paco Cabezas, realizador de películas como ‘Carne de Neón’, ‘Tokarev’ o la serie ‘Penny Dreadful’. Planos cortos, cámara muy cerca de los personajes, y movimiento frenético hacen que los propios personajes, la propia historia, ahogue. Es verdad que no siempre funciona, pero es más problema de un montaje a veces caótico e irregular, que de la dirección de Cabezas, brillante como siempre.

Siempre es difícil adaptar un material tan complejo como la novela de ‘La novia gitana’. No solo por su trama, sino por la fama que ha conseguido el libro, siendo uno de los más vendidos de los últimos años en nuestro país. Pero, hasta ahora, ya que solo hemos podido ver los dos primeros episodios, podemos asegurar que la adaptación sale airosa y aporta nuevas capas a una historia ya complicada. 

Unos secundarios de lujo

El plantel de secundarios da mucho peso y empuje a la serie de ‘La novia gitana’, en un reparto en el que falla la elección de Nerea Barros. No tanto por ella. Sabemos que es una gran actriz, pero no ha sabido dotar de una personalidad convincente a la inspectora Elena Blanco. Está tan centrada en ser intensa, de mirada atribulada y triste, que se pierde en ello y acaba siendo más una caricatura que un personaje real. Algo similar le ocurre a la siempre estupenda Mónica Estarreado, que no acaba de sentirse cómoda con su personaje, ni con su acento.

Y esos pequeños fallos se acentúan cuando comparten plano con otros intérpretes. Ignacio Montes está brillante como Zárate. Le toma la medida nada más comenzar la historia, con esa intensa escena bajo la lluvia en la que encuentran a la novia asesinada. Dario Grandinetti es un animal interpretativo. Eso no sorprende a nadie. Y menos si has podido ver la estupenda ‘Hierro’. Y luego está ese huracán que es Vicente Romero, que da vida magistralmente a Orduño, convirtiéndole en uno de los personajes más interesantes de la serie.

Un ritmo irregular

La trama avanza lenta, y es verdad que le pesa a la serie que los capítulos sean tan largos. Un poco de corte en su duración, reduciéndola a los 40-45 minutos, habría hecho maravillas en el ritmo, y no daría la sensación de que, a veces, la trama se estanca y no avanza lo rápido que debería. Y que eso pase en los dos primeros capítulos es un error bastante problemático. Pero según acaba el segundo episodio, parece que ese error se subsanará en el resto de la temporada.

También se agradece que dos de los autores de la novela (recordemos que Carmen Mola son tres hombres) estén presentes en el guión: Antonio Mercero y Jorge Díaz. Su presencia hacen que la historia crezca, y nos dé nuevos matices que en el libro no pudimos tener, o no tenían espacio para desarrollarse adecuadamente. De hecho, en la serie conocemos a más miembros de la familia gitana. 

En definitiva, la serie de ‘La novia gitana’ es una buena adaptación de uno de los fenómenos literarios más grandes de los últimos años en nuestro país. Las semillas están plantadas, y todo parece indicar que el resto de la temporada hará que crezcan para convertir esta apuesta de Atresplayer Premium en uno de los éxitos españoles de la temporada. Solo falta un detalle: más promoción. Porque es algo que está faltando antes del estreno de la serie. Y con el producto que tienen entre manos, deberían estar empapelando las grandes ciudades del país. 

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