La revista Lecturas asegura que el matrimonio de Sara Carbonero e Iker Casillas está a punto del divorcio y que su entorno ya lo sabe.
La ruptura entre Sara Carbonero e Iker Casillas era ya un secreto a voces en los últimos tiempos. Mucho se ha rumoreado sobre el desgaste de la relación entre la periodista y el futbolista e incluso han sido varias las voces que les han situado ya haciendo vidas por separado.
Una noticia que confirma este miércoles la revista Lecturas, en la que se asegura que la pareja está a punto del divorcio y que, de hecho, desde hace tiempo, hacen vidas separadas. De cara a la galería, no es así. Se han mostrado juntos y en cierta medida cómplices, como ocurría hace unas semanas con el ingreso hospitalario de Sara Carbonero.
Pero realmente de puertas para dentro las cosas son bien distintas. Una ruptura que, según la publicación, ya conocen su entorno familiar, sus allegados y sus amigos. Está decidido. Si bien, uno de los momentos que prácticamente confirmó las sospechas y que avivó esos rumores de separación fue lo que sucedió en Madrid hace unos días.
Todo cuando Sara recibió el alta y abandonó el hospital. Y es que poco después tuvo una comida con su gran amiga Isabel Jiménez, presentadora de 'Informativos Telecinco'; y lo cierto es que en esa comida, en la que también estuvo presente Iker, se despidieron de una forma bastante fría. Lo hicieron cada uno por su lado. Sara se fue con Isabel e Iker Casillas en coche solo. Eso hizo saltar las alarmas.
Así las cosas, según la revista, ambos llevan ya bastantes meses sin vivir bajo el mismo techo. Ella vive en la casa familiar y él se ha trasladado a unos apartamentos en Madrid. Habrían comunicado su separación a sus familiares y allegados. Tanto es así, que la decisión es irreversible y se encuentran tramitándolo también de manera legal.
Ahora, la pregunta es por qué de esta decisión tan drástica de poner fin a una relación muy seguida, que parecía muy consolidada, y que desde el 2010, con el mítico beso en el Mundial de Sudáfrica, levantaba pasiones. En este caso, la verdadera razón no sería otra que el desgaste de la relación lo que ha empujado a tomar rumbos separados irremediablemente y además de mutuo acuerdo.
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