ANÁLISIS | Semana del 30 de diciembre al 5 de enero de 2020
Después de sufrir una programación navideña soporífera no me queda más remedio que, de forma excepcional, reconvertir mi crítica semanal en una lista de deseos televisivos para el año que estrenamos.
- En líneas generales, creo necesario un replanteamiento global del modelo televisivo actual. No podemos asistir impasibles a la sangría de espectadores que abandonan cada año la televisión convencional para saciar sus necesidades audiovisuales en otros terrenos. Aunque este cambo de paradigma y de forma de consumo va mucho más allá del mercado televisivo; Uber, Amazon o Globo son los mejores ejemplo del mundo impersonal que estamos construyendo, las cadenas siguen contando con audiencias millonarias a las que mantener con productos adaptados a sus necesidades de tiempo y espacio
- Al hilo del tema anterior deseo la supervivencia de la nueva edición de OT. Un programa que consigue aglutinar a un público tan distanciado de la televisión convencional merece el respaldo del sector. Lo sé, no están los Javis, las puestas en escena parecen pensadas para Norma Duval y la elección del jurado a excepción de Nina no invita de primeras a disfrutar del espectáculo, pero confiemos en la nueva generación y en el buen hacer de Roberto Leal para engancharnos de nuevo a la evolución de estos nuevos talentos musicales.
- Y hablando de los Javis ellos son la gran esperanza que tengo depositada en Antena 3. La serie inspirada en la Veneno es uno de los grandes hypes de la temporada y, por lo poco que conocemos, puede ser uno de los revulsivos que necesita la cadena para despertar del sueño que supuso sus años dorados como referente de la televisión blanca.
- Si seguimos con las series cada año le pido a los Reyes que recuperen la inestimable ‘Motivos personales’. La verdad, la vuelta de ‘El internado’ y su psicodelia nazi me parece del todo prescindible teniendo a Lydia Bosch desempleada haciendo anuncios del Lidl. Señores de Netflix y derivados, ‘Motivos personales’ marcó a toda una generación de freaks, no permitáis que caiga en el olvido.
- En lo que refiere a Mediaset pido directamente la inhabilitación de una de sus profesionales: Cristina Seguí y sus malas artes, que después de ser despedida de ‘Todos es mentira’ cuenta ahora con una silla en ‘Cuatro al día’. El programa va dando tumbos sin saber muy bien hacia dónde tirar y parece que el último recurso es contar con una persona que rebosa odio al diferente. Después de ser denunciada por difundir los audios de la víctima de Arandina debería desparecer del mapa televisivo, seguro que en ‘OK Diario’ nunca le faltará trabajo.
- La presencia de Seguí en las tardes de Cuatro sí que merece un boicot de los anunciantes y no lo ocurrido con ‘GH VIP’. Una campaña mal dirigida que lejos de inocular en los espectadores el rechazo total a cualquier abuso hacía las mujeres solo sirvió para dejar sin trabajo a casi 200 profesionales de la productora de ‘Gran Hermano’. Deseo para este año, y todo parece indicar que así será, la vuelta de la casa con las tramas más apasionantes de la telerealidad.
- El destierro de Rocío Carrasco de Telecinco y las ansias de foco de Antonio David Flores han propiciado que el ex Guardia Civil vuelva a la cadena de la mano de ‘Sálvame’. Demasiados hombres últimamente en el programa, que brilla mucho más cuando reinan ellas entre los colaboradores. A excepción de los Kikos, el resto de varones parecen adormilados ante la entrega absoluta de Patiño y compañía. Por ello le pido a los Reyes que la cuota femenina de ‘Sálvame’ sea, por lo menos en este sector, superior a la masculina.
- Y un último deseo, le suplico a la televisión que deje de blanquear a la extrema derecha. Una cosa es conocerlos y confrontar sus aberraciones y la otra reírles las gracias. La pequeña pantalla debe ser firme ante la homofobia, la xenofobia y el machismo que pretenden hacer retroceder a España hasta 1975.
Sigue toda la información de El Televisero desde Facebook, X o Instagram