Sale a la luz el desconocido pasado de Kiko Jiménez: su padre, en la cárcel

Kiko Jiménez fue el protagonista de ‘GH VIP Límite 48 horas’ con su curva de la vida y la dramática historia con su padre.

En la última entrega de GH VIP Límite 48 horas Kiko Jiménez, que se juega la expulsión el jueves, hacía su curva de la vida marcada por el drama de su padre. «Kiko Jiménez nació en 1992 y al año es el divorcio de mis padres, yo no soy consciente de nada. Pero a los 5 años es la primera vez que yo veo a mi padre y él estaba en la cárcel. Es la única vez que lo vi. Me acuerdo perfectamente porque era la primera vez que estaba en un sitio así, tengo el recuerdo de un refresco de cola y de verle detrás de un cristal», empezaba contando.

«Lo volví a ver a los diecisiete o dieciocho años, fue decisión mía porque debería conocer a su hijo que bastante se ha perdido de mí”, proseguía. Así explicaba Kiko la inexistente relación que ha mantenido con su padre durante sus 27 años. Actualmente asegura no saber si sigue en prisión, pero está dispuesto a que las cosas cambien si todavía está a tiempo.

Y todo por una casual anécdota que también compartió. “Estaba paseando al perro con Sofía y apareció una señora mayor que se puso a llorar y me dijo que era mi tía. Me dijo que estaba muy mal, me dio un teléfono y me dijo que su último deseo era hablar conmigo antes de morir. A los dos días entré en ‘Gran Hermano’ y no llamé”, relataba.

Además, Kiko tiene un recuerdo muy bonito de su infancia. Siente una gran admiración por el esfuerzo que siempre han hecho su madre y sus abuelos para sacarle adelante. Tenían miedo de que se torciera al ser una edad de mucha vulnerabilidad. “Mi madre es una persona mileurista, ha tenido que trabajar para sacarme adelante. Mi padre fue mi abuelo, gracias a él soy quién soy y tengo unos valores«, cuenta orgulloso.

Por otro lado, el ex de Gloria Camila también explicó como saltó a la fama. «Me voy a Granada a estudiar y tengo una vida normal. Allí unos compañeros me dijeron de presentarme a ‘Mujeres y hombres y viceversa’. Era verano, me picó la curiosidad y me fui para allá. En ese momento todo cambió, yo tenía mi ilusión de montar una clínica, pero todo cambió».