El presentador de 'Sálvame' confiesa que 'Got Talent' acabó con su amistad.
'Got Talent' acaba de estrenar temporada en Telecinco y ya se ha sembrado el caos entre los miembros del jurado. La actuación de Wendy Superstar fue la causa de una de las broncas más "tremendas" que se han visto en el programa. La protagonista de la actuación sorprendió a todos con su "movimiento de pechamen" y pasó a la siguiente ronda gracias a Jorge Javier, Eva Hache y Edurne, lo que indignó a Risto Mejide profundamente.
"Bajo mi punto de vista esto es una payasada y está fuera de registro. Esto es un concurso y aquí viene la gente a ganar no a mover las tetas. Premiando payasadas como esta le damos pie a... ¡El Tekila ganó por vuestra culpa!". Así de rotundo se mostró el publicista y aunque Jorge Javier restó importancia al tema en su entrevista para Lecturas, desveló que la relación entre ambos fue a peor hasta desembocar en la gran bronca de las broncas.
"A cuatro días de acabar las audiciones, más cerca de las once de la noche que de las diez, apareció una actuación que no era nada del otro jueves. Del montón, vamos. A la hora de evaluar, yo dije una chorrada porque no me salió decir otra cosa, Risto me replicó de una manera que me sacó de mis casillas, apareció mi vena flamencona y le canté las cuarenta". El presentador asegura que después de eso se negó a arreglar las cosas con Mejide.
La cosa no quedó ahí. El conductor de 'Sálvame' confiesa que el publicista intentó al día siguiente enterrar el hacha de guerra pero que su "orgullo o dignidad" no lo permitieron: "Me negué a hablar con él. Nos quedaban cuatro días por delante y, de verdad que fueron muy complicados. Pero yo me decía: 'Aguanta, Jorge, aguanta, que ya queda menos". Cuenta, además, que Edurne y Eva Hache "tuvieron que haces verdaderos esfuerzos para que no se notara el muro que nos separaba".
A pesar de esto, Jorge Javier accedió a escribir un "mensaje muy conciliador" tras el descanso estival. Sin embargo, se encontró con una "tremenda" respuesta por parte de Risto Mejide: "No he podido volver a leerlo por su dureza. Me dejó descolocado, paralizado". Al día siguiente, sin embargo, le envió otro mensaje y le pidió que "se olvidara del anterior".
Finalmente, hubo tregua. Mejide reservó en un japonés y el presentador afirma que "charlamos sin rencores, pusimos nuestros sentimientos sobre la mesa y salimos del restaurante con la sensación de que en nuestra relación había cariño sincero". "Las discrepancias entre los jueces son reales. No existen imposturas ni creación de falsos conflictos. El formato funciona como un reloj porque hay cientos de personas velando por él".
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